El hecho ocurrió en la ciudad rusa de Vorónezh y demuestra que el hombre puede ser el ser más inepto sobre la Tierra.
“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”, dijo alguna vez Albert Einstein.
Precisamente sobre este tema, el sitio Ayayay trae una historia que conjuga a la perfección lo descriteriado que muchas veces puede ser el ser humano.
Hace cerca de un mes, los vecinos un bloque de departamentos en la ciudad rusa de Vorónezh, sufrieron el derrumbe repentino de la acera y las escaleras de acceso. El agujero estuvo abierto por cerca de tres semanas, y las reparaciones se realizaron el 21 de septiembre.
Ese mismo día tapiaron el lugar, pero otra sorpresa los esperaba muy pronto. Esa misma noche, escucharon lamentos y aullidos de perro que los despertaron alarmados: los trabajadores no se percataron- no queremos creer que cruelmente lo hayan hecho a propósito- de que un perro había quedado atrapado bajo las baldosas.
Los vecinos llamaron a los servicios municipales pero, después de dos días de espera, nadie acudió en su ayuda, así que decidieron hacerse cargo ellos mismos del rescate. Con sus propias manos removieron los adoquines, liberando a una perra adulta que además estaba embarazada. Tras procurarle agua y comida, la perrita fue trasladada hasta un refugio de animales, donde tuvo a sus cachorros.
Una historia de negligencia con final feliz que podría haber acabado mucho más trágicamente.
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