Oso de agua: el ser vivo más difícil de matar

Es capaz de resistir casi cualquier condición medioambiental, desde las temperaturas más extremas a la presión atmosférica excesiva. Incluso puede recibir altas dosis de radiación sin que le provoque algún daño.

Al león se le dice el rey de la selva, la piel de los rinocerontes es tan dura que muchas veces pueden recibir un balazo sin que les pase nada. Esos son algunos de los animales que por su ferocidad o resistencia el ser humno considera difícil de matar. Sin embargo, hay un extraño ser que los supera a todos y que puede vivir por más de 100 años, soportando extremas condiciones ambientales.

Se trata de los Tardigrados, llamados comúnmente osos de agua debido a su aspecto y a la lentitud en sus movimientos. En vez de pelo tiene algo que parece una especie de traje espacial. Es un invertebrado, protóstomo, segmentado y microscópico (de 0,5 mm de media).

Puede estar por casi toda la Tierra, frecuentemente en sitios extremos como glaciares, tundras, desiertos, pantanos y similares pero también en otros como los musgos o líquenes de cualquier patio doméstico.

Una característica de los tardígrados es que pueden aletargarse durante muchísimo tiempo, hasta un siglo entero, deteniendo completamente su metabolismo y perdiendo hasta el 99% de su agua, para luego regresar a la actividad. Eso se llama criptobiosis. Al secarse se convierten en una especie de cápsulas queratinosas que se trasladan y dispersan por el planeta gracias al viento, los mares y hasta los intestinos de depredadores (sí, también sobreviven en ellos, igual que lo hacen al alcohol puro y al éter). En tales circunstancias, no necesitan oxígeno y soportan temperaturas por encima del punto de ebullición o de un grado por encima del cero absoluto, que se sitúa en -273º.

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