Pocos saben que al artista lo une hace años una relación con el millonario, la cual va más allá de la televisión y el espectáculo.
Luis Jara es un rostro conocido de la televisión y el espectáculo. Su carrera artística no se ha detenido desde que dio sus primeros pasos en Sábado Gigante.
Por otro lado, Leonardo Farkas se ha hecho conocido por todos los chilenos hace algunos años gracias a sus impresionantes donativos y extravagante estilo. Pero lo que pocos saben es el vínculo que hace años tiene el millonario con el artista.
“Varias veces se deben haber topado en mi casa, porque hacíamos siempre con mi hermano los cumpleaños juntos. El invitaba a sus amigos de Ingeniería Comercial y yo a mis amigos del físico. Entonces, se hacía una mezcla bien extraña de, como le decían, los ‘cabezas de músculo’, que éramos nosotros, pero éramos los regios, y los de Ingeniería Comercial y el resto los amigos de la vida, del colegio, y ahí entraba Luis. Luis siempre estuvo invitado a todas las fiestas de cumpleaños desde que está la Silvana en mi vida”, dice Leandra Farkas, hermana de Leonardo.
Y la Silvana a la que se refiere, es nada menos que la esposa de Luis Jara, a quien el artista conoció gracias a la hermana del millonario. “Durante un verano que pasaron en Tomé, mientras Jara se presenta en el Festival Feria del Bío Bío, gran artista invitado, Luis Jara. Entonces digo ‘ya Silvana, vamos, yo lo conozco, vamos a saludarlo’”, dice Leandra, quien conocía al cantante gracias a su hermano, quienes se movían en el ambiente del espectáuclo en los tiempos en que el millonario era conocido como “el hombre orquesta”.
“El, caballeroso como es, lo fuimos a saludar al camarín después de su actuación, fuimos a felicitarlo, le presenté a la Silvana. Nos fue a dejar a la casa de la Silvana. Se suponía que nos íbamos a juntar el día siguiente, que lo íbamos a llamar, a tomar helado, qué se yo, lo íbamos a sacar a pasear, no sé poh, algo así simpático”, dice Leandra.
Desde ese momento Jara quedó alucinado con Silvana. Desde ese momento empezó a ir todos los días al mismo gimnasio al que iban las dos.