Juan Carlos Cruz reconoce que podía desembolsar hasta 60 millones en una sola noche en las máquinas tragamonedas. Los dineros provenían de los Fondos Reservados del Cobre.
El caso del cabo Juan Carlos Cruz, funcionario del Departamento de Planificación Financiera del Ejército, podría parecerse a la de algún multimillonario excéntrico o ganador de un juego de azar. Esto debido a las grandes sumas de dinero que gastó en el casino Monticello: más de 2000 millones de pesos.
Sin embargo, ese dinero no provenía de ningún negocio lucrativo, golpe de suerte o herencia millonaria. El caso del cabo Cruz corresponde al millonario fraude ocurrido al interior del Ejército donde se emitieron facturas adulteradas y que se pagaron con dineros provenientes de los Fondos Reservados del Cobre.
Entre 2008 y 2014, el cabo Juan Carlos Cruz gastó miles de millones en máquinas tragamonedas. En su declaración ante el comisario Guillermo Castro de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos, reconoció que le había perdido el “sentido al dinero”.
Cruz reconoció que cuando asistía a apostar al casino desembolsaba entre 500 mil y 60 millones de pesos para jugar en las máquinas tragamonedas. Sólo entre julio y octubre de 2013, con un sueldo en ese entonces de 560 mil pesos, gastó más de 637 millones de pesos.
En el Monticello lo tenían en la categoría de cliente Platinum debido a las altas sumas de dinero que gastaba. Tanto así que en 2013 le regalaron ocho noches de cortesía para él y una acompañante.
Además, según su declaración, contaba con estacionamiento liberado , comida gratis en el restaurant Capataz y acceso a una dispensadora. “Podía servirme una bebida gratis”.
Foto: shutterstock.com