Los trucos con los que te han engañado para venderte todo

Por años el marketing y la publicidad te han hecho comprar productos que la mayoría de las veces no necesitas. Aquí te decimos cómo lo hacen.

Todos saben que el mercado junto con el marketing por años han intentado influir en las mentes de las personas para que compren productos que en la mayoría de las veces no necesitan. Para eso, juegan con la mente de los consumidores, haciéndoles creer que deben comprar ese producto lo antes posible.

Aquí te mostramos algunas de los trucos que el mercado , la publicidad y el marketing ocupa para hacerte comprar cosas que muchas veces no quieres o que juras estás haciendo un gran ahorro.

Uno de los trucos son las falsas comparaciones, donde un producto resalta en desmedro de los demás, haciéndolos ver como de menor calidad. “Si un montón de máquinas para hacer café expreso de US$200 están al lado de otras con un precio excesivo de US$400, las máquinas de US$200 de repente lucen como una buena ganga”, dice Robert Levine, profesor de psicología social de la Universidad de Carolina State en los Estados Unidos.

Otro factor de importancia es el vendedor. Está demostrado que es más probable que compremos a individuos con quienes nos sintamos identificados o con aquellos que encontremos parecidos. Esas personas nos gustan y nos generan confianza, sin importar que la semejanza se deba a gustos o a hechos accidentales.

Jerry Burger, profesor de la Universidad de Santa Clara California, en Estados Unidos, a través de experimentos sociales descubrió que simples casualidades afectaban positivamente la actitud y confianza hacia otro. Un ejemplo es el de una una mujer que pedía donaciones y que recibía hasta el doble de aportes de las personas que se percataban que compartían el mismo nombre.

Un truco que muchos se han percatado es lo que se conoce como “demostración social”, en donde se afirma que la persona toma ciertas decisiones basándose en el comportamiento de los otros. Por ejemplo, si el producto a comprar está siendo demandado por otras personas, esto aumentará inmediatamente el interés por tenerlo antes que se agote.

Un ejemplo clásico es el de los infomerciales y su conocidas frases “Los operadores están esperando, por favor llamen ahora”, a “Si los operadores están ocupados, por favor llame de nuevo”.

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Foto: Flickr, Camilo Rueda López