Se hace llamar Candyman y lo consideran el Hugh Hefner australiano. Es un empresario tabacalero que vive rodeado de jóvenes a las que trata como objetos.
Siempre está rodeado de bellas mujeres, es dueño de una colección de autos de lujo y su mansión es sinónimo de fiesta, sexo y locura. Se trata de Candyman, un magnate australiano que hizo su fortuna en el negocio tabacalero y que ahora que es multimillonario se dedica a pasarlo bien e irse de juerga.
Su nombre es Travers Beynon, quien se ha hecho conocido por sus salvajes fiestas en donde se divierte con un ramillete de guapas chicas, siempre en bikini o desnudas. Cada cierto tiempo sube fotos de las orgías a su cuenta de Instagram la que ya tiene más de 80 mil seguidores.
Lo curioso es que Beynon es un hombre casado. Sin embargo, su esposa le permite todos sus excesos. Incluso, ella se presta para sus juegos sexuales, como quedó retratado en una imagen en donde Beynon la lleva a ella y a una modelo con una correa, mientras gatean como si fueran perros.
Lo llaman el Hugh Hefner australiano pero el aclara que su concepto es distinto al propuesto por el fundador de Playboy. “El concepto fue ideado hace casi dos décadas(…) Pero mi visión siempre fue desarrollar y crear un acontecimiento de la fiesta más entretenida. Algo parecido a un Disneyland, que los adultos puedan disfrutar junto con una histeria similar a Willy Wonka y la fábrica de chocolate para los niños”, dijo.
Alguno de los que asistieron a las fiestas en esta mansión han dicho que hay máquinas humos, láser en las paredes, strippers, muchas mujeres y hasta enanos caminando en trajes romanos.
Fuente: infobae.com