La mujer trabajaba en una aerolínea de Arabia Saudita y cobraba 2 mil euros por cada relación sexual.
La idea es que las azafatas hagan más grato el viaje de los pasajeros de un avión. Por eso, siempre están atentas a cualquier necesidad que tengan, como por ejemplo, si quieren algo para beber o si está todo en orden con su comida.
Pero lo hecho por una aeromoza de una línea aérea de Arabia Saudita es algo extremo. Esto porque cobraba para tener sexo con los pasajeros en pleno vuelo.
La mujer cobraba 2 mil euros por cada encuentro sexual y logró ahorrar 900 mil euros en dos años hasta que esta semana la empresa descubrió lo que estaba haciendo y la despidió.
Su “negocio” terminó luego que la descubrieran en el baño de un avión teniendo sexo con un pasajero. Aunque esto parezca extraño, al parecer no es un caso aislado. “Tienen un encanto especial. Mientras algunas azafatas no eligen cruzar la línea, siempre están las que lo hacen para sacar una ventaja”, dijo Antoine Michelat, entendido en el tema de las aerolíneas y co-fundador del sitio de turismo Jetcost.
Fuente: minutouno.com
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