El delirante mundo de lujos y excentricidades de los narcos

Son criminales pero viven como reyes. Rodeados de mansiones, animales exóticos y literalmente montañas de dinero. Hasta sus tumbas son un exceso: wi-fi y aire acondicionado es común ver en los mausoleos. 

Este sábado el narcotraficante más poderoso del mundo, el mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, se fugó de la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, en la cual estaba recluido desde febrero de 2014, cuando fue capturado tras estar más de una década prófugo de la justicia.

Su fuga, la cual ya es la segunda, ha generado una ola de críticas hacia el gobierno y la policía, a quienes acusan de estar corrompidos por los carteles de la droga. Esto porque muchos aseguran que El líder del Cartel de Sinaloa no se fugó,sino que lo sacaron, debido al fuerte vínculo que existe entre las autoridades y el crimen organizado.

Esta impunidad con que operan los señores de la droga, demuestra el poder que les da el dinero, el cual poseen en cantidades a niveles groseros y no se molestan en ocultar.

Aquí algunos ejemplos donde los capos de la droga no se arrugan en admitir su calidad de criminales y en ventilar los lujos que les da el dinero del narcotráfico.

El caso más conocido es el de Pablo Escobar, dueño de la Hacienda Nápoles, lugar en donde tenía desde hipopótamos hasta una plaza de toros, además de una pista de aterrizaje y autos de colección.

Pero de seguro la jugada hecha por el narco boliviano Roberto Suárez Gómez, el llamado Rey de la Cocaína (el proveedor de droga de Tony Montana en Scarface, Alejandro Sosa, está basado en Suárez) es una de las más osadas. En 1983 envió una carta nada menos que al Presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, ofreciéndole pagar la deuda de su país a cambio de una amnistía.

Otro aspecto en que gastan grandes sumas de dinero son en armas. Principalmente porque saben que el control del negocio está directamente relacionado al poder de fuego que se tenga. Por eso, no tienen problemas en armar a sus sicarios con armamento de guerra como AK47, Rifle Barret M81 (el cual puede destruir radares, camiones y aviones en tierra) o incluso pistolas enchapadas en oro.

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Pero no sólo en vida están rodeados de lujos ya que los cementerios de los narcos es otra expresión de despilfarro y excentricidades. “Los narcos, si pudieran, se enterraban dentro de una Hummer. Esas tumbas faraónicas son una forma tremenda de cómo ven la vida y la muerte”, explica el periodista Diego Osorno, autor del libro El Cartel de Sinaloa.

Uno de los casos más llamativos, es el mausoleo de casi medio millón de dólares en el que descansan los restos del rey del Cristal, el temido Ignacio Coronel, que murió en el 2010. Su tumba tiene sistemas de alarma y música funcional, además de wi-fi y aire acondicionado.

Pero no sólo los capos ostentan su dinero y lujos. Sus hijos tampoco tienen problemas en ostentar sus millones. Por estos días las redes sociales ofrecen una nueva ventana para ver cómo viven estos narcos, o más bien sus hijos, quienes no tienen problemas de mostrar sus lujos y excentricidades.

“Si dinero sobra, a la verga, estos no me sirven”, escribió hace un tiempo en su cuenta de Twitter Alfredo Guzmán, el hijo de El Chapo. En la imagen se ve un iPhone dentro de un vaso con alcohol.

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“Este es mi problema por las mañanas”. La frase acompaña una foto donde se ven más de 10 llaves de Ferraris y Lamborghinis, entre otros autos de lujo.

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