Gregg Godfrey esperaba romper el récord de salto en Montana, Estados Unidos. Sin embargo, estuvo a punto de que todo se saliera de control.
La idea de Gregg Godfrey era realizar un salto de 42 metros en Montana, Estados Unidos. Sin embargo, el cálculo no fue tan preciso y casi se le va de las manos.
Esto porque el chofer de esta mole aceleró a más de 100 km/h y alcanzó una altura de 50.59 metros. El problema es que al tocar el pavimento debió controlar el enorme vehículo para no irse en contra de una casa que estuvo a metros de ser impactada.
Afortunadamente la cosa no pasó a mayores y Godfrey pudo celebrar su hazaña ya que batió el récord anterior que era del australiano Ash Nichols, quien logró en 2013 la altura de 31 metros.