La bloguera ABC1 que destroza a los “cuicos” y “zorrones” de Chile

Berni Danús estudió en el Villa María, colegio que considera “vomitivamente horrible”. A los chilenos los encuentra “tontos” y detesta andar en metro.

Hace dos años que Berni Danús creó el blog Polera de Perro. Allí se ríe y hace pebre al mundo lais y zorrón de Chile, del cual ella también es parte.

Estudió en el Villa María y ahora Ingeniería Comercial en la Pontificia Universidad Católica y aunque dice que no tienen la culpa, critica sin asco a los ciucos.

“Critico a ese mundo por cómo piensa. Siento que no se cuestionan las cosas. A veces me junto con gente de regiones y son muchísimo más abiertos de mente”, dice en entrevista con The Clinic.

“Lo que sí debo decir es que el Villa María era vomitivamente horrible: parece una cárcel, es enano. En infraestructura vale pico. Uno pagaba 400 lucas mensuales y no se sabía en qué gastaban la plata. Parece broma: no prenden la calefacción en invierno porque es cara. Y nos cagábamos de frío. Y cuando hacía calor no había aire acondicionado. Eran cagaos. El colegio está atascado en 1800, es casi cavernícola. No hay nada de tecnología”, asegura.

Dice que su blog lo creó para descargarse con la gente que odia. Reconoce que casi toda la gente le cae mal, en especial a los que viven en Chile.

“Siento que la gente de otros países no es así. A los chilenos los encuentro tontos. Lamentablemente, en la universidad no elijo la gente. Y hay muchos zorrones en Comercial de la Católica, donde voy en primer año, a los que odio. Es gente que no piensa nada. Se visten horrible. Los escucho en clases y me da como ira. Por favor, cállense, zorrones. Debo decir que igual hay gente que salva en Comercial, sobre todo de regiones, que son más piolitas”, dice.

“La raza masculina lais zorrona es demasiado imbécil. Tienen una cabeza muy limitada. Soy como muy intolerante con ellos. Lo bueno es que crecí en un colegio libre de zorrones cerdos. Pero igual estudio Comercial en la Católica, tampoco puedo pedir mucho”, agrega.

Sin embargo, aunque dispara sin piedad contra el mundo “pelolais” y “zorrón”, reconoce que no soporta andar en Metro. “Lo malo de ir a la Católica es andar en metro. Está demasiado lejos San Joaquín de mi casa, en Escuela Militar. Un pique horrible. Y peor en hora punta, que está pasado a ajo. Pero me da lata aprender a manejar… Lo que me carga del metro es el ambiente, están todos con cara de pico, como chatos. Miro a la gente y me da depresión. Yo igual voy escuchando música, no voy tan feliz, pero no ando con cara de culo. En el metro la gente va como infeliz, van todos raja con la guagua transpirando. Me da depresión. Una lata”, finaliza.