La pesadilla que vive el autor de “la mejor cuña de la televisión chilena”

Marcelo García es el protagonista de un video donde aparece acusando a un ex alcalde de ofrecerle dinero para practicarle sexo oral. Bastaron sólo esos tres minutos para que esas imágenes lo persiguieran hasta el día de hoy.

Tiene más de 2 millones de reproducciones en YouTube. Aunque la entrevista es de 2004, recién en 2010 se viralizó por las redes sociales como “La mejor cuña de la historia de la televisión chilena”.

“Hasta el día de hoy digo que es la verdad. Si viene Jesús y me lo pregunta, le diría lo mismo. Pero me traicionó la falta de educación, la forma en cómo lo dije. Yo estaba enrabiado, había salido del juzgado todo alterado. Todos me decían que declarara tal como había sido. Y pequé, pequé de ignorancia”,

El autor de esas palabras es Marcelo García, protagonista del famoso video, donde aparece acusando a un antiguo alcalde de la comuna de la Región del Biobío, de llevarlo engañado hasta la cabaña 25 del motel Nevada, en Chillán y ofrecerle dinero para practicarle sexo oral.

Tras ese ofrecimiento, García insultó al ex alcalde, tomó las llaves de la camioneta municipal en la que habían llegado y se fue. Lo denunció por intento de abuso sexual. Sin embargo, su acusación fue desestimada por el tribunal pero no la querella por injurias y calumnias que interpuso después el edil: debió pagar 600 mil pesos.

Tras el incidente, el pueblo se dividió entre los que lo apoyaban y quienes no le creían. “La gente me insultaba en la calle. Vez que iba al pub me molestaban y al final todo terminaba en combos. Me metí en taekwondo para defenderme y ganarme el respeto a golpes”

El video lo persiguió incluso cuando intentaba buscar trabajo. “Tú eres el del video?”, le preguntaron una vez en una entrevista. No fue la última.

“No siento que hoy sea el tipo del video. No soy yo. Me eduqué, aprendí a hablar. Fue una reacción. Me dieron ganas de superarme y no volver a pasar por lo mismo. Del puro gusto me compré una camioneta Dodge Ram, una vez, para pasearme por el pueblo y que todos los que sea habían reído vieran quién era ahora.”, dice.

Un año después de que el video se hiciera público, Marcelo se casó con una compañera de trabajo. Se fueron a Linares, se compró un terreno, se construyó una casa donde, para impresionar a sus amigos, tuvo dos ciervos de mascota.

No usa Facebook, ni Twitter. En uno de sus tres celulares, los que cambia regularmente, tiene WhatsApp. No sale a bares y a discoteques. Hoy tiene una empresa constructora y trabaja sólo con amigos que siempre creyeron en él.
Un día fue hasta las oficinas de Google en Santiago, dejó una carta solicitando que bajaran el video de YouTube, pero hasta el día de hoy no ha pasado nada.

Fuente: Revista El sábado