Después de ver esto nunca más te harás sonar los dedos

Si crees que es algo inofensivo, te equivocas rotundamente. Mira acá el porqué no debes hacerlo jamás.

Todos, al menos una vez en la vida, nos hemos hecho “sonar” o “tronar” los dedos. Para algunos es una forma de relajarse o incluso, una forma de poner incómodo a un compañero de trabajo por su sonido. El tema es que no lo debería hacer más y aquí te explico el porqué.

tronar-dedos

Nuestras articulaciones poseen un líquido (líquido sinovial) con gases (CO2-Monóxido de carbono, N2-Dinitrógeno, O2-Oxígeno diatómico) que sirve para lubricar las articulaciones y así evitar el desgaste de los huesos por su roce.

hueso 960

Al presionar las articulaciones, aumentamos el espacio entre los huesos y el espacio donde está el liquido sinovial, creando una presión que hace salir los gases en forma de burbujas. Es algo similar a lo que ocurre cuando destapamos una botella de gaseosa. Cuando la abrimos, la presión dentro de la botella disminuye y los gases disueltos dentro de la gaseosa salen de ella.

Sigue leyendo la nota acá.