Este comportamiento es exclusivo de los felinos domésticos, puesto que los seres humanos les han fomentado ser sociables.
Este comportamiento tierno de los gatos, aunque a veces puede ser doloroso cuando sacan sus garras, es un gesto con el que demuestran su amor y confianza.
El “amasado” es un recuerdo del comportamiento de los felinos cuando son cachorritos, puesto que realizan esa acción en la tripa de su madre para estimular la producción de leche.
Esto ocurre sólo en el caso de los animales domésticos, a diferencia de los salvajes, ya que pueden conservar alguno de los comportamientos instintivos dado que durante generaciones han recibido refuerzos positivos de los humanos por ser sociables.
En conclusión, los gatos se sienten libres de comportarse como niños, porque las personas les demuestran amor cuando se comportan “inmaduramente”, sin que sientan riesgo; consigna HuffingtonPost.