¿Por qué los gatos negros se relacionan con la mala suerte?

Desde el siglo XVI que estos felinos son acusados de traer mala suerte a quien se los cruza en la calle, dado un supuesto vínculo con fuerzas demoníacas. 

Desde tiempos antiguos los gatos han estado presentes en la vida de los seres humanos, ya sea como entes sagrados o como mascotas. Su pequeño tamaño y autonomía lo han posicionado dentro de los animales favoritos para tenerlos en casa.

Como buen mamífero, el gato posee cientos de razas, las cuales tienen sus propios rasgos, tamaños y colores. Sin embargo, hay una en particular que ha tenido desde siempre una carga negativa: los gatos negros.

Para muchos supersticiosos la presencia de este tipo e animal es una representación física de la mala suerte o de un mal augurio. Por esto, cuando una persona se cruza con un gato negro debe cambiar de dirección o alejarse lo antes posible.

La razón de esto data del siglo XVI, cuando en la sociedad europea las mujeres que hacían cosas diferentes eran consideras brujas, quienes se transformaban en gatos negros con algún extraño hechizo que se ligaba al diablo. Por lo mismo, los felinos eran quemados en la hoguera igual que las hechiceras, narra GrandesMedios.

Pese a que la superstición es algo cada vez menos frecuente en la sociedad actual, aún existen personas que relacionan a los gatos negros con malas noticias, al igual que pasar por debajo de una escalera o quebrar un espejo.

De hecho, en lugares como Escocia y Japón se cree completamente lo contrario, ya que para ellos un felino de pelaje negro trae buena suerte, además de abundancia a la casa. Esto en la línea de los egipcios, quienes fueron la primera civilización en catalogar de sagrados a los gatos.