El éxito o fracaso de un filme puede estar en la participación de una superestrella. Bien lo saben productores que no dudan en pagar monstruosas cifras para contar con ese indispensable actor.
Son miles aspirantes a actores que buscan una oportunidad en Hollywood para tocar el éxito, la fama y los millones. Sin embargo, son muy pocos los que lo logran. A pesar de las casi nulas posibilidades de conseguir el éxito, cada años son cientos los que intentan triunfar en la meca del cine. Pero si las posibilidades son escasas ¿por qué tantos siguen intentándolo? Una simple razón: si lo consigues, los millones que te esperan son incalculables.
Bien lo saben las estrellas de cine que debido a su fama pueden darse el lujo de pedir sueldos obscenos por aparecer unos minutos en pantalla. Y lo peor es que a pesar de lo cuantiosas y ridículas que pueden resultar esas cifras, muchas productoras están dispuestas a pagar esos millones ya que están conscientes de que el éxito o fracaso del filme dependen de la participación de esa estrella.
El ejemplo más reciente es el de Mark Hamill en “Star Wars: El despertar de la fuerza” a quien le pagaron entre 1 y 3 millones de dólares por los 30 segundos que apareció al final del filme.
Aunque Hamill no tenía interés en participar en la última entrega de Star Wars, tampoco quería frenar todo el proyecto, ya que estaba consciente de que la película perdería fuerza sin su participación. Por esto, dijo que sí pero con una condición: un millonario sueldo.
A pesar de que en el filme Harrison Ford tiene mucha más participación que Hamill, Disney tiene estipulado un sistema llamado “escala de sueldo según legado”, que significa que cuanto más famoso seas y más esencial resulte tu aparición, más dinero te vas a llevar, independiente de si apareces en toda la película o tan sólo unos segundos.
Pero el caso de Hamill no es el único ni el más grosero. En el cine se pueden encontrar una infinidad de ocasiones en donde se han pagado sueldos monumentales por una pequeña participación.
Está el caso de Marlon Brando en “Superman” de 1978, en donde recibió un sueldo de 16 millones de dólares por los 10 minutos que aparece en el inicio del filme. Pero no fue la única exigencia. El actor se negaba en aparecer en pantalla y pedía que su imagen se hiciera digitalmente. Finalmente lo convencieron de ir al set, sin antes exigir que sus líneas estuvieran en carteles, ya que no quería memorizarlas.
Por último exigió un porcentaje de la taquilla y aparecer en primer lugar en los créditos, antes que Gene Hackman y Christopher Reeve.
Pero quien de todas maneras se llevó el sueldo más monumental fue Nicolas Cage, al que le pagaron más de 17 millones de dólares por aparecer cero segundos. ¡Sí, cero!
Fue cuando le pidieron que participara en “Superman Lives“, un proyecto dirigido por Tim Burton y donde se ocupó el delirante formato contractual “pay-or-play”, es decir, el actor recibe su cheque independiente de si la película se estrena o queda a medio camino.
Según cuenta la leyenda, en cuanto el director recibió su suculento cheque de 4 millones de dólares, dejó de escuchar al productor y al guionista lo que derivó en la cancelación del proyecto.
A todas luces negocios redondos que de seguro los hacen bailar de felicidad.
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