Así es como esta mujer detuvo más de 850 matrimonios infantiles

Theresa Kachindamoto lucha por detener la injusticia del matrimonio infantil en su país, y aunque desde 2015 está prohibido, aún se sigue haciendo.

Su nombre es Theresa Kachindamoto y su labor es digna, heroica y difícil. Es de Malawi, un país pequeño ubicado en el sureste de África y allí consiguió frenar ya más 850 matrimonios infantiles, y con eso el inicio sexual de niñas, que en ese lugar está establecido desde los 7 años.

Theresa Kachindamoto

Desde el 2012, como líder del Distrito Dedza en el centro de Malawi, consiguió tener el suficiente poder como para frenar estas atrocidades que suceden, aunque desde el 2015 estén prohibidas. Contra estos arrastres culturales Theresa siempre luchó pero hoy que tiene un cargo con el que puede, aunque aún le cueste mucho, tomar decisiones que le cambiarán la vida a muchas niñas.

Las Naciones Unidas sitúa a Malawi como el octavo país, en una lista de 20, con más matrimonios infantiles, y la mitad de las menores de 18 años están casadas a la fuerza. Las fuertes tradiciones familiares constan en que el padre escoge marido a la hija y la casa.

Matrimonio infantil en Malawi

Kachindamoto sostiene con mucha convicción que no hay otro camino para el cambio que la educación. En una población de 900.000 personas, no es una tarea fácil.

“Tenemos que convencer a los padres de que dejen estudiar a las niñas, porque son precisamente esas niñas educadas, las que serán mujeres libres y podrán continuar liberando a otras”, asegura Kachindamoto.

Una monitora entrevista a los niños

La líder comenzó convenciendo a jefes tribales para que se posicionaran contrarios al matrimonio infantil, siendo la figura de estos reconocida como autoridad por los hombres de las familias.

Además del impedimento cultural, ella fue puerta por puerta a buscar financiamiento para que los padres decidieran no casar a las niñas.

Niña malawí

“En familias pobres era muy difícil convencer, sobre todo cuando ya se había pagado una dote. Por eso les ofrecimos alternativas económicas a cambio de que las niñas siguieran estudiando. Si educas a una niña, educas a todo el área…educas al mundo”, afirma Theresa.