Como por obra de magia, lo que era una playa en el medio del mar se transformó en algo impresionante.
La tripulación del yate Maiken estaban disfrutando de un relajado viaje por el Pacífico Sur, cuando de pronto se dan cuenta de un extraño fenómeno que ocurría en el agua.
El océano tenía una extraña decoloración, por lo que decidieron acercarse para presenciar el extraño hecho.
Una vez cerca del fenómeno se dieron cuenta que era gran cantidad de piedra pómez (de esas que tienen pequeños orificios) flotando y que hacía parecer a una playa en medio del mar.
Pudieron cruzarlo sin problemas, dejando rastro a su paso y preguntándose qué habría provocado eso.
Ya lejos del lugar, se veía que el agua empezaba a burbujear intensamente, detonando una explosión submarina.