El teléfono que fue esperado por los fanáticos de la tecnología empieza a mostrar su lado menos amable.
El mundo de la tecnología está sujeto a constantes cambios y lanzamientos. El segundo semestre de este año ha estado repleto de anuncios y nuevos productos. Los amantes de los ‘teléfonos inteligentes’ o ‘smartphones’ han debido desembolsar grandes cantidades de dinero para obtener los últimos dispositivos de las grandes compañías. Desde esa perspectiva, un anuncio que siempre es esperado con ansias, es el del último iPhone.
El mes de septiembre estuvo marcado en el calendario de los cibernautas como el del lanzamiento del iPhone 7. Por fin, y tras meses de espera, la compañía de la manzana presentaba su último dispositivo. Inmediatamente, las sucursales de Apple alrededor del mundo fueron invadidas por miles de compradores que deseaban obtener el ansiado teléfono. Por éso, no extrañó que las ventas superaran las expectativas y nuevamente un iPhone se transformara en líder de ventas.
Sin embargo, y a pesar de la avanzada tecnología que incorpora el último modelo de Apple, hay una característica que molesta bastante a los usuarios. Y es que en tiempos donde la rapidez, además de la eficiencia, son características deseadas en los productos tecnológicos, el iPhone 7 falla. Ésto porque el último producto de la empresa de Jobs demora más en cargar que sus antecesores.
Según explica RT, el iPhone 7 tarda en cargarse desde 0% al 100% un total de dos horas y cuatro minutos, mientras que el iPhone 6 S necesita menos de dos horas. Por otro lado, el iPhone 7 Plus, tarda en cargarse al completo más de tres horas, mientras que su predecesor, el iPhone 6 S Plus, logra su objetivo en dos horas y cuarenta y ocho minutos.
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