Es el juguete que seguramente tu hijo te pedirá para Navidad pero que no deberías comprar

Se trata de los Hatchimals, que están causando sensación en Estados Unidos, pero que genera preocupación entre los expertos por los efectos que puede causar en los más pequeños.

Un nuevo juguete interactivo está causando polémica, no por lo difícil que es conseguirlo en estas fechas, sino por los potenciales efectos que podría tener en el desarrollo de los niños que jugarán con él.

De aspecto adorable, los Hatchimals son robots interactivos sofisticados, muy parecido a un búho (vienen dentro de un huevo), que cuentan con la capacidad de interactuar con los niños.

El concepto es parecido al de los antiguos Tamagotchi o los muñecos Furby. La idea del juguete es buscar la responsabilidad del niño para participar en el proceso educativo y de crecimiento de un “compañero”.

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Los Hatchimals tienen un valor de 70 dólares y requiere que los niños jueguen con ellos por alrededor de 30 minutos para que cobre vida y abra los ojos por primera vez. Una vez en contacto con su dueño, el  muñeco se relacionará con su amigo humano, y se volverá más sofisticado a medida que vaya “creciendo”. Repetirá las palabras que escuche y se moverá según los comandos dados por su dueño.

La preocupación nace con la experiencia de juguetes anteriores con características similares, las lecciones sacadas hacen poner atención en la permeabilidad de sus pequeños usuarios, quienes atraviesan un proceso de formación vital.

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El problema radica en que cuanto más hacen los juguetes por los niños, menos se ven obligados a desarrollar ellos la tarea. Sherry Turkle,  investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), documentó en su libro “Juntos y Solos” la relación entre niños y las mascotas Furby que cobraron popularidad en los primeros años del siglo XXI.

Su cualidad diferenciadora radicaba en que los niños podían enseñarles a hablar, pero si los descuidaban por un tiempo, las criaturas devolvían balbuceos incompresnsibles. La investigadora descubrió que el vínculo entre niño y juguete era por momentos de extrema dependencia y que una respuesta inesperada, le provocaba a los pequeños usuarios, un preocupante nivel de ansiedad.

Según los expertos es fundamental el valor del proceso lúdico para los niños , les ayuda en su formación intelectual, física y social y los prepara para un mundo de desafíos constantes. Por eso la importancia de que utilicen todas sus herramientas intelectuales al máximo.

Foto: Captura Youtube

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