La gran mentira del azúcar: pagó para ocultar la verdad sobre el daño que produce al corazón
En los ’60 la industria azucarera pagó una investigación para que minimizara la relación entre enfermedades cardiovasculares y el azúcar, y responsabilizara a las grasas por estos males.
Las comidas con altos niveles en grasas saturadas son vistas como una de las principales responsables de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esa percepción al parecer está en duda. O por lo menos, no se ha dicho toda la verdad.
Documentos recientemente dados a conocer por el investigador Stanton Glantz, profesor de medicina de la Universidad de California, San Francisco (EE.UU.), señalan que la industria del azúcar le pagó a investigadores para que colocaran a las grasas saturadas como las grandes responsables en el aumento de las enfermedades cardiovasculares, obviando el papel del azúcar en estas enfermedades, según informa The New York Times.
La fuente de esta investigación, serían documentos internos de la industria azucarera, los cuales fueron dados a conocer recientemente por la Fundación para la Investigación del Azúcar de EE.UU. La publicación sugiere que estos documentos han sido la base de cinco décadas de investigación sobre el papel de la nutrición y enfermedades del corazón, incluyendo muchas de las recomendaciones dietéticas que se siguen hasta el día de hoy.
“Ellos (la industria azucarera) fueron capaces de descarrilar la discusión sobre el azúcar por décadas”, dice Glantz, un autor del artículo.
La investigación que habría sido pagada por la industria azucarera sería “Dietas grasas, carboidratos y enfermedad vascular aterosclerótica”, realizado por Mark Hegsted Robert McGand y Fredrick Stare de la prestigiosa Universidad de Harvard y publicado en la New England Journal of Medicine en 1967. En ella se minimiza la relación entre el azúcar y las enfermedades cardiovasculares, mientras se culpa a las grasas saturadas.
Según señala la publicación de The New York Times, aunque las investigaciones datan de hace 50 años, la industria alimentaria ha seguido influyendo en la ciencia de la nutrición
El año pasado, un artículo del mismo medio estadounidense, reveló que la Coca Cola, el mayor productor del mundo de bebidas azucaradas, habría pagado millones de dólares en fondos para que investigadores restaran importancia a la relación entre las bebidas azucaradas y la obesidad.
En junio, la Associated Press (AP) informó que los fabricantes de dulces han financiado estudios que afirman que los niños que comen caramelos tienden a pesar menos que los que no lo hacen.
Marion Nestle, profesora de nutrición, estudios alimentarios y salud pública en la Universidad de Nueva York, escribió una editorial sobre el documento conocido recientemente, donde señala que la información que se ha dado a conocer es una “evidencia convincente” de que la industria azucarera ha intentado “expresamente exonera el azúcar como importante factor de riesgo para la enfermedad coronaria “.
“Creo que es horrible”, dijo la académica.
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