Esta es la terrible realidad que viven los cristianos en China

China, un Estado ateo, está poniéndole un freno a la expansión del cristianismo en el país.

En los últimos años, se han demolido iglesias por mandato del Gobierno. Pastores y líderes religiosos han sido arrestados y se han promulgado leyes que autorizan a que se remuevan las cruces en todas las ciudades. Esto ha traído como resultado confrontaciones entre los creyentes y la policía.

Retiro de una cruz de la Iglesia Wenzhou’s Dongyang

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Todo esto partió cuando las personas que se identificaban como cristianas en China incrementaron rápidamente. En el 2010, China tenía 9 millones de católicos y 59 millones de protestantes cristianos. Desde entonces, el Gobierno ateo ha incrementado sus esfuerzos para suprimir la religión, mientras las minorías crecen y demandan sus derechos.

Tendencia preocupante

En el 2014, el Gobierno chino acusó a la iglesia Sanjiang, en la ciudad de Wenzhou, de violar los reglamentos de zonificación, alegando que la estructura era cuatro veces más grande que lo que estaba permitido. Las máquinas gubernamentales demolieron la iglesia luego de una semana de confrontaciones con oficiales locales y practicantes.

Los problemas continuaron por el resto del año. En julio un crucifijo de tres metros fue removido de la iglesia Longgang Township Gratitude en Wenzhou. Fue durante la misma semana que miles de policías enfrentaron a los fieles en la iglesia Wenling en la ciudad de Taizhou.

Se impidió que los fieles entraran a la iglesia Wenzhou’s Guantou

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El Gobierno se aseguró de que la opresión fuera totalmente legal. En mayo del 2015, las autoridades de la provincia de Zhejiang aprobaron una ley que regula las cruces.

Los sacerdotes no se quedan sentados mirando esta situación. Más de 25 religosos de la localidad redactaron una carta abierta denunciando el tratamiento del Gobierno con las cruces.

Yendo por las cabezas

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Era sólo una cuestión de tiempo antes de que el Estado volcara su atención a los líderes religiosos.

Zhang Kai, un abogado de derechos humanos que no se acallaba por las demoliciones de cruces, desapareció en agosto. El día anterior había planeado reunirse con un oficial del Departamento de Estado de Estados Unidos para discutir la libertad de credo.

El hombre reapareció en febrero, en la televisión estatal, donde instó a otros abogados de derechos humanos para detener la conspiración con los extranjeros.

¿Entonces, cómo va a ser para los millones de cristianos en China? ¿Qué les deparará el futuro? Contradiciendo la disposición de la Constitución China de libertad de culto, el gobierno está continuamente trabajando para prevenir que los cristianos chinos practiquen su fe.