A pesar del alto costo Emma Marsh está feliz con la recuperación de su mascota.
Con el pasar del tiempo las mascotas se transforman en un miembro más de la familia, motivo por el que los amantes de los animales son capaces de hacer cualquier cosa por mantenerlos sanos o con vida. Este fue el ejemplo que dio la joven Emma Marsh, una chica de 21 años del pueblo de Brisbane, ubicado en Australia.
Emma se percató que su pequeño pez dorado, que tenía como mascota hace un año, presentaba complicaciones para nadar y respirar en su estanque.
Al revisarlo logró dar con el problema, la especie acuática se había tragado una piedra, lo que ponía en riesgo su vida.
La chica no lo pensó dos veces y decidió acudir de inmediato a un centro de atención veterinaria, lugar donde le aplicaron anestesia para luego sacar la piedra del interior del pez con unas pinzas especiales.
Ya eliminado el problema, el pequeño animal fue pasado a un estado de recuperación.
Pero la gran sorpresa para la dueña de este pez dorado llegaría más tarde cuando la veterinaria entregó la cuenta a pagar por el procedimiento quirúrgico, consulta y estadía veterinaria, la que según consignó al portal The Courier Mail, bordeó los 400 dólares, cifra muy superior a los 12 dólares que pagó por su mascota. Esta acción se convirtió en el claro ejemplo de que el valor del amor a un animal no tiene límites.
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Fotografías: Brisbane Bird and Exotics Veterinary Services – Facebook
