La hija de su empleada doméstica jugaba en la piscina de su edificio pero una vecina hizo algo realmente cruel

Una vecina denunció que la hija de la empleada doméstica estaba usando la piscina de la comunidad y esto fue lo que ocurrió.

Cuesta creer que en pleno siglo XXI sigan habiendo este tipo de actos y más encima avalados por un reglamento arcaico y discriminatorio.

María Gabriela Rubio vive en la comuna de Ñuñoa en Santiago, Chile y quiso contar lo que vivió su empleada doméstica y su hija, mientras disfrutaban de un baño en la piscina comunitaria del edificio donde ella vive.

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“Mi nana (empleada doméstica) fue informada por el conserje del alegato de una vecina que estaba molesta porque ‘la hija de la nana del 85 estaba usando la piscina'”, cuenta en la publicación.

La mujer al enterarse de esta situación decidió pedir el reglamento de copropietarios del edificio y se encontró con que el personal de servicio tiene prohibido usar la piscina, incluso aunque lo haya autorizado ella.

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En el punto 14 del reglamento se establece que:

“Se prohíbe el uso de la piscina al personal de empleados del edificio, como igualmente a sus familiares. Quedan incluidos dentro de esta prohibición, los empleados de servicio de los señores residentes y sus familiares”.

María Gabriela quiso hacer público este acto de discriminación y por sobre todo, remover la conciencia de la persona que denunció a su empleada doméstica.

“Esto es pura y dura DISCRIMINACIÓN. No hay ninguna razón fundada para una cláusula de este tipo. ¿Qué diferencia hay entre mis hijos, los hijos de esa vecina que reclamó y los hijos de mi nana (empleada doméstica) a los que siempre hemos invitado a la piscina?”

Y continuó, dirigiéndose a la mujer que hizo la denuncia al conserje del edificio.

“A ti vecina que reclamaste (que sé perfectamente quien eres), qué triste tu actitud. Tú que alegas contra los hijos de mi nana, que reclamas porque las nanas no deben usar las sillas de la terraza, te recuerdo que son esas mismas nanas las que cuidan y vigilan a tus niños, mientras estás absorta en tu celular mirando Facebook o hablando por Whatsapp. Porque esas nanas, que tú discriminas, no hacen diferencia entre los niños que juegan en el patio del edificio”.

Acá puedes leer el mensaje completo de esta mujer y que publicó en Facebook.

¿Qué te parece esta injusta historia de discriminación? Cuéntanos en los comentarios.

Fotos: María Rubio – Facebook / Shutterstock

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