Lo que hizo esta profesora porque uno de sus alumnos perdió un diente es INCREÍBLE

La profesora María Beatriz Jouve al ver a su alumno preocupado por perder un diente, decidió escribir una carta.

Cuando uno es niño no hay nada más emocionante y terrorífico a la vez que el momento cuando se te comienzan a caer los dientes. Por un lado está la sorpresa y el entusiasmo de estar creciendo y que tu cuerpo esté cambiando, por otro lado está el pánico de que te duela o te moleste.

Ratón leyendo

Por suerte existe el Ratón Pérez. Dejabas el diente debajo de la almohada, te ibas a dormir con ilusión, al día siguiente, al despertar, encontrabas unas moneditas o un regalo pequeño para compensar el diente perdido.

¿Quién no sufrió un ligero insomnio (¡Cómo cuando esperabas a los Reyes Magos!) mientras intentabas conciliar el sueño y atrapar una visión del Ratón Pérez?

El protagonista de nuestra historia de hoy estaba preocupado y compungido, porque había perdido el dientecillo en el patio de la escuela. Pero ahí apareció la vice directora de la institución, para encontrar una solución muy original y muy encantadora al mal momento.

Carta al Ratón Pérez

“Rosario, 27 de Abril de 2016

Dejo constancia que el niño Ignacio Gabrielli ha perdido su diente en esta institución educativa. El mismo estaba muy flojo, por lo que probablemente se ha caído entre las baldosas del patio.

Se extiende el presente certificado para ser entregado al Sr. Ratón Pérez. Aprovecho la ocasión para manifestar que el niño Ignacio es un buen niño y nunca dice mentiras.

María Beatriz Jouve

Vice Directora”

María Beatriz Jouve comenzó a ser docente en 1987. Desde 2006 es vicedirectora en la Escuela Nº 150 Cristóbal Colón de Rosario. Además es profesora en Ciencias de la Educación y publicó libros de educación como: De guardapolvos y campanas; Historias del aula, el patio y el cuerpo; Crónicas de la escuela, ¿Se nace o se hace? y Crónicas de una maestra.

“Le puse firma y sellos como se hace con todas los documentos de la escuela, lo guardé en un sobre y se lo di a la maestra del grado para que se lo entregue junto con las constancias de escolaridad. La realidad es que la escuela está llena de estos hechos, de estas historias mínimas que nos conmueven y no siempre se conocen”, reflexionó la docente.

María Beatriz e Ignacio

La verdad que conmueve y enternece que existan docentes con esta bondad y comprensión de los niños. Hemos escuchado que el ratoncito entendió los motivos y aceptó tan importante documento, y le dejó 400 pesos a Ignacio, toda una pequeña fortuna para un niño bueno que jamás dice mentiras.