Sobrevivió a la inyección letal en 2009 y ahora piden que sea ejecutado otra vez

Romell Broom tendrá que recibir por segunda vez el castigo de la inyección letal, tras la decisión tomada por la Corte Suprema de Ohio.

El preso Romell Broom (60), sentenciado a muerte por la violación y asesinato en 1984 de Tryna Middleton (14), recibirá por segunda vez la inyección letal luego de haber sobrevivido al primer intento en 2009.

La decisión fue tomada por la Corte Suprema de Ohio tras rechazar la apelación para evitar el castigo.

Uno de los abogados del recluso se pronunció al respecto y, basándose en la Octava Enmienda de la Constitución, afirmó que un hombre no puede ser sancionado dos veces por los mismos cargos.

“Forzar a un hombre a prepararse para su muerte, no una sino dos veces, y la segunda vez con el conocimiento absoluto del error de la primera vez, es una elevación repugnante del castigo para nuestra Constitución”, sentenció el defensor.

Ante el argumento, la Corte respondió que Broom nunca estuvo en riesgo de ejecución durante la primera vez, pues el procedimiento se llevó a cabo en su celda y no en la cámara de la muerte. Sumado a esto, agregó que la sustancia no corrió por sus venas.

La primera inyección letal

En 2009, un equipo especializado de la Southern Ohio Correctional Facility preparó por más de una hora al convicto para la inyección. Luego de 18 intentos, no encontraron una buena vena para pasar el líquido letal. De acuerdo a documentos de la Corte, Broom “se cubrió sus ojos y comenzó a gritar” por el “gran dolor” que le provocaba.

“Los verdugos no acaban de encontrarle a Romell Broom la vena apropiada. El reo colaboró todo lo que pudo: cambiando de postura, flexionando los brazos, abriendo y cerrando los dedos, dejándose apretar una y otra vez las gomas… Pasaban los minutos y la ansiedad crecía en la cámara de la muerte de Ohio. Al cabo de dos horas de “ejecución” frustrada, Romell Broom se llevó las manos a la cabeza en señal de desesperación.

Finalmente, alguien se atrevió a llamar al gobernador Ted Stickland, que decidió suspender el macabro ritual por razones humanitarias”, relata el sitio El Mundo.

La madre de la víctima, Bessye Middleton, se mostró satisfecha con la decisión de los tribunales y aseguró que la ejecución inicial falló por la falta de hidratación del presidiario.

“Pienso en esto todos los días. Él tiene su vida y no quiere morir, pero dispuso de la vida de alguien más”, sostuvo.

Fotos: Shutterstock.

pixel