Vivía lleno de lujos y excentricidades pero decidió dejar todo e irse a la calle por esta razón

Rakesh Shukla es un exitoso ingeniero en software, pero nunca encontró la felicidad, y así decidió cambiar su vida.

Él era un ingeniero de software. Ganaba bien y tenía una vida bastante acomodada. Trabajó en Delhi, Estados Unidos y fundó una compañía en Bangalore. Invertía en relojes, coches y viajes por todo el mundo, sin embargo, nada de eso lo hacía feliz. Pero en 2009 sucedió algo inesperado: una pequeña cachorrita Golden Retriever llegó a cambiarle la vida.

“En ese momento sucedió. Fue un sentimiento físico, notaba un hormigueo en la piel, una sensación de calidez. Y después de eso nunca he sentido la necesidad de preguntarme ‘¿Por qué estoy aquí?'”, dice.

perro interior

Desde ese momento, Shukla ha dedicado su vida a acoger a perros abandonados. Al principio los llevaba a su casa, pero luego el espacio comenzó a hacerse pequeño. Así que tres años después se decidió a comprar un terreno que él mismo transformó en un santuario para sus rescatados, que hasta hoy ya suman más de 735. Ese lugar se pasó a llamar “The Voice of Stray Dogs” (La voz de los perros callejeros).

“Soy la última oportunidad que tienen estos perros. Ya no son monos y tiernos. Muchos están enfermos y ya nadie los quiere“, señala. Y es así. En el terreno hay de todo: perros de raza, quiltros, grandes, pequeños, viejos, cachorros, enfermos y sanos. No discrimina a ninguno. Todos reciben los cuidados que necesitan y, especialmente, el cariño que no tuvieron en la calle o de sus dueños anteriores.

Rakesh Shukla se hace cargo de prácticamente todos los gastos y dice haber hecho “un pacto con sus perros”. Y es que es el único que les ha dado un techo, una casa y una segunda oportunidad.

¡Se pasó!

Foto: Asif Saud / Shutterstock

pixel