El señor y la señora Frugalwoods, como se hacen llamar para que sus jefes no descubrieran sus planes, son una pareja joven que han conseguido todo lo que se han propuesto en la vida. Sin embargo, ya no lo quieren.
Ella es una gerente de comunicaciones y él trabaja como ingeniero informático. Ambos han ahorrado por un año tres cuartos de sus sueldos, con el fin de jubilarse a los 33 años de edad.
Tienen una hipoteca a 30 años y hace poco recibieron a su primer bebé. Sin embargo, están hartos de trabajar todo el día, pues eso les permite vivir la vida sólo durante los fines de semana y con la poca energía que les quedan.
Un día, frustrados por su situación, se sentaron a hablar de algo diferente para sus vidas, lo que los llevó a comenzar con un radical plan de austeridad extrema que les permitiría dejar sus trabajos y vivir de sus ahorros el resto de su vida.
En un año, sin contar la hipoteca, sólo gastaron 13 mil dólares, ahorrando un 71% de sus generosos sueldos. Aunque antes de empezar con el plan habían años en los que habían guardado un 60% de sus ingresos.
Para conseguir tan altas cifras de dinero, ellos se encargan del mantenimiento de su hogar reparando lo que se rompe, cocinan y limpian. Además, se cortan el pelo entre ellos, se desplazan en bicicleta y no invierten ni un sólo dolar en entretenimiento.
Llevan seis años sin pisar un cine, en 2015 sólo cenaron fuera en dos ocasiones y hace 17 meses que no compran ropa.
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Han decidido vivir bajó sus propias reglas, se definen como unos hippies y unos bichos raros que, según sus cálculos, no necesitarán más ingresos a contar de 2017, por lo que comprarán unas tierras en el bosque de Vermont para dedicarse a la agricultura y el cuidado de sus hijos.
Además, planean alquilar su vivienda actual y construir otras casas en sus futuras tierras para alquilarlas a turistas.
Los Frugalwoods, ante la curiosidad que genera su estilo de vida, tienen su propio blog en el que cuentan sus experiencias y entregan datos para seguir su extremo plan de ahorro.