Planeaban casarse tras dos años de relación y ahora sus familias los enterrarán juntos
Los cercanos al chico estaban al tanto y felices con la relación que mantenían, la cual llegó a su final de la forma más trágica posible.
Juan Ramón Guerraro, de 22 años, y su novio Christopher Drew Leinonen, de 32, son parte de las 49 víctimas que dejó el atentando en la discoteque Pulse, de Orlando, Florida.
El hecho, más allá del debate por la política de armas de Estados Unidos y las terribles consecuencias de la homofobia, ha dejado un saldo de historias humanas que conmocionan a todos.
Este es el caso de estos dos hombres, quienes tras casi dos años de relación vivían juntos y cuyas familias estaban felices con la relación.
“Estaban sinceramente enamorados. Eran almas gemelas. Uno lo sabía por la forma en que se miraban. Es un poco reconfortante que murieran juntos. Si no tuviéramos este funeral, iban a tener una boda”, declaró la hermana de Juan Ramón, Aryam Guerrero, a The Huffington Post.
Tras el sangriento hecho causado por Omar Seddique Mateen el pasado domingo, Christopher figuraba como desaparecido en la lista de víctimas, a diferencia de Juan Ramón, cuyo cuerpo fue visto siendo trasladado al hospital por un amigo de la pareja.
Desesperada por la falta de noticias de su hijo, la madre de Christopher se enteró del fallecimiento del joven el lunes por la mañana. Con la información confirmada, fue precisamente la madre de Christopher quien solicitó que la pareja fuera enterrada juntos.
“Creo que mi hijo querría eso. Por eso lo haremos”, declaró el padre de Juan Ramón entre lágrimas, agregando que “no me importa lo que la gente piense. No me importa”.
Food & Wine with my love Una foto publicada por Dru™ (@thedruproject) el
Dentro de los próximos días, Juan Ramón cumpliría 23 años y pese a que ya no está con su familia, de todas formas sus cercanos piensan celebrar la fecha.
“Mi esposa va a cocinar toda la comida que le gustaba. Era un chico hermoso, muy trabajador, amable, dulce persona. Se me ha ido parte de mi vida”, concluyó el progenitor.