Es hereditaria y aunque se han llevado a cabo investigaciones sobre el tema, aún no existe un fármaco para detener su fatal desenlace.
En ocasiones una persona puede tener insomnio o le puede costar mucho conciliar el sueño debido a diversos factores, como por ejemplo, estrés o alguna preocupación puntual.
Pero existe lo que se llama “insomnio familiar fatal”, una extraña enfermedad que quita el sueño hasta provocar la muerte.
Uno de los casos más estudiados es el de Silvano, un hombre que sufrió la trágica enfermedad como al igual que un gran número de integrantes de su familia.
Cuando comenzó a sentir los primeros síntomas, como temblores, impotencia y estreñimiento, supo que se trataba de insomnio familiar fatal, ya que es una enfermedad hereditaria y que recién ahora se ha investigado sobre su origen.
Cuando aparecieron los primeros síntomas, Silvano acudió a la unidad del sueño de la Universidad de Bolonia en Italia, para presentar el suyo como caso de estudio. Aunque no se hacía ilusiones con cambiar el curso de su enfermedad.
“Me dijo que si dejaba de dormir, en ocho o nueve meses estaría muerto”, cuenta uno de sus médicos, Pietro Cortelli.
“Le pregunté cómo podía estar tan seguro. Y él me recitó su árbol genealógico desde el siglo XVIII de memoria”, recuerda.
En cada generación hubo un miembro de su familia que enfrentó esa misma suerte. Tal como lo predijo, Silvano murió un par de años después.
Según las investigaciones que se han hecho sobre esta extraña enfermedad, su origen sería la deformación de una proteína del cerebro y que al llegar a los 50 años se multiplican y afectan a las neuronas.
Afectaría directamente a algunas partes del tálamo, que se encuentra en el centro mismo del cerebro. Este núcleo organiza todas nuestras respuestas autónomas al entorno; esto es, controla la temperatura, la presión sanguínea o la frecuencia cardíaca.
Por esto, cuando se daña, es como si se dejara de funcionar la calefacción central de nuestro cuerpo y se abrieran las ventanas dejando entrar la música a todo volumen. Un verdadero caos.
Los que sufren esta enfermedad nunca terminan por prepararse para el sueño. La presión sanguínea debería disminuir a la hora de conciliar el sueño. Sin embargo, en el caso del insomnio familiar fatal, la presión permanece anormalmente alto
En esas circunstancias, en las que no está completamente dormido pero tampoco es consciente del todo, puede recrear sus actividades cotidianas sin darse cuenta.