La escabrosa historia del falso secuestro que puso de cabeza a todo Reino Unido

Varias pruebas hicieron creer que los hechos realmente habrían pasado, pero a medida que los días pasaban las teorías comenzaron a derrumbarse. 

Todo comenzó la semana pasada, luego que un hombre, cuyo nombre se encuentra en el anonimato, reportara a la policía de Surrey, Inglaterra, que un niño de unos seis años había sido secuestrado e introducido en una furgoneta negra Volkswagen.

El sujeto, quien confesó verlo todo, contó que el pequeño transitaba en su bicicleta por Redhill, cuando súbitamente un puñado de hombres lo tomaron por sorpresa y subieron al vehículo a la fuerza.

Fue así que la policía comenzó la investigación, creyendo 100% en las palabras del supuesto testigo, monitoreando las cámaras de seguridad, alertando a todas las estaciones cercanas al hecho, recorriendo las calles con perros de búsqueda y formando un cerco de varios kilómetros.

Durante el chequeo a las cámaras del lugar dieron con una bicicleta, en la que supuestamente había transitado el menor, pero descubrieron que había estado en esa vereda durante semanas.

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También buscaron desesperados la van, clave para dar con la víctima y ponerla a salvo. Encontraron una igual: misma marca, mismo color e igualmente modificada. Pero nada había en su interior.

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Fue ahí cuando los oficiales comenzaron a sospechar que algo estaba ocurriendo. ¿Y si las cosas no habían pasado como contó el hombre?

Con esa sospecha en vista, apareció un nuevo dato que dejó en claro todo: nadie había hecho ninguna denuncia por secuestro. Ningún padre se había acercado a la policía a reportar la desaparición de su hijo, pese a que habían transcurrido cuatro días desde el inicio de la búsqueda.

Esto fue suficiente para la Justicia, la que decidió detener al falso testigo por haber denunciado un hecho inexistente y provocado que todo el mecanismo de investigación se pusiera en marcha sin razón alguna; consigna Infobae.

Fotos: Departamento de Policía de Surrey, Inglaterra.

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