Querían que su perro luciera como el de “La Máscara” y tomaron una estúpida medida para lograrlo
La familia Esmat no estaba conforme con la apariencia natural de su mascota, así que cruzaron todos los límites, tal como se lo hicieron saber múltiples veterinarios.
Conseguir una mascota para la familia siempre puede ser un reto, ya sea porque no todos están de acuerdo qué animal deben elegir y mucho menos en el nombre que le pondrán, luego de que el primer paso esté solucionado.
Por lo mismo, cuando todas esas tareas están resueltas, lo esperable es que la mascota sea bienvenido sin cuestionamientos, especialmente cuando se trata de su apariencia física, puesto que parece muy extraño que una persona no esté conforme del todo y decida cambiar sus rasgos naturales. Pero como nada es imposible, tampoco lo es esta historia.
Marina Esmat, de 37 años y procedente de Rusia, compró hace algún tiempo un perro de raza Jack Russell para su hijo pequeño. Con el paso del tiempo, descubrió que las orejas del animal se estaban poniendo en punta, lo que causaba que ya no luciera como el can que querían tener: “Milo” de “La Máscara”.
Ante esto, la familia usó pegamento y pesos para intentar que las orejas del perrito se mantuvieran caídas, pero al ver que no funcionaba decidieron algo aún más estúpido y buscaron a un veterinario que lo sometiera a cirugía plástica.
“Decidimos que podríamos arreglarlo y empezamos a buscar un cirujano. Primero intentamos pegar monedas a sus orejas, pero no funcionó. El perro, además, estaba disconforme con esto”, explicó a DailyMail la dueña.
Sin embargo, las cosas no fueron tan fáciles, ya que ningún profesional estaba dispuesto a hacer el procedimiento y muchos intentaron hacerlos cambiar de parecer, pero ellos estaban convencidos de que el perro estaría mejor después de la operación e insistieron a los veterinarios.
“Queríamos que se reprodujera, pero con las orejas para arriba no encontrábamos una compañera. También queríamos llevarlo a desfiles de perros. Ahora todo está correcto”, explicó Marina sobre las razones detrás de la decisión de cambiar las orejas de su mascota.
Pese a los múltiples intentos de explicarle a la familia que no era una buena idea, el cirujano Andrey Mezin decidió realizar la cirugía que calificó de “injustificada” y consiguió los resultados que los Esmat deseaban rompiéndole el cartílago al animal.
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