Era golpeada por su pareja y ahora se convirtió en campeona mundial de boxeo

Estuvo a punto de convertirse en víctima de femicidio, pero en cambio ahora es considerada una de las mejores boxeadoras del mundo.

La historia de la boxeadora argentina Érica Farías es dura. Nació en la ciudad de San Fernando, en la zona norte del Gran Buenos Aires, como la sexta hija de un albañil y una limpiadora. Según ella misma ha confesado, sus orígenes son callejeros, como el de la mayoría de los niños del barrio Santa Rosa.

Sin embargo, el peor episodio de su vida lo vivió en el 2006, a manos de su expareja. Ella se estaba iniciando en el deporte, pero quien debía ser su mayor apoyo se convirtió en todo lo contrario, al punto de casi matarla.

“La relación duró apenas un año, pero el calvario fue tal que pareció durar cinco. Era un tipo muy agresivo, física y psicológicamente. Me tenía totalmente sometida, sin reacción. Casi me hizo abandonar los entrenamientos porque me decía que el boxeo era sólo de hombres. Eran tantas las ganas de ser boxeadora que, a pesar de su negativa y su violencia, yo prefería someterme a sus golpes y seguir adelante con mi sueño. Siempre hacía lo imposible para ocultarlo a mi familia, hasta que un día no pude mentirle más y pedí ayuda”, confesó Farías a La Nación.

Todavía tiene marcas de aquella tormentosa relación. Como una profunda cicatriz por una puñalada de su pareja. “Esa fue la última vez que me agredió. Entonces dije basta, porque si bien siempre me amenazaba con armas, nunca había intentado matarme. Y estoy segura de que ese día, si yo no escapaba, me mataba”, reconoce.

“Estoy viva gracias al boxeo, literalmente. Me curtió de coraje para decidir ser una mujer libre y no terminar en la camilla de una fría morgue, como sí terminan muchas chicas que padecen violencia de género”, dice Érica, quien luego de ese episodio dejó temporalmente el boxeo y se puso a limpiar casas y oficinas para vivir.

Sin embargo, eso quedó atrás. En el 2009 consiguió convertirse en campeona sudamericana y, actualmente a sus 32 años, “La Pantera”, apodada así por su piel morena y sus movimientos felinos en el ring, es campeona mundial de peso superligero por el Consejo Mundial y es considerada una de las mejores boxeadoras del momento.

Fotos: Twitter.

pixel