“En 5 minutos llego ahí”: ¿Por qué hay personas que siempre llegan tarde?

Los especialistas en el tema tienen diversas teorías para explicar por qué hay personas que son incapaces de llegar a la hora convenida.

Casi siempre quienes son impuntuales son calificados como egoístas, negativos o maleducados. Sin embargo, en algunos casos, estas características no son las que mejor definen a estas personas.

La terapeuta cognitivo-conductual, Harriet Mellotte, señaló que “es fácil percibirlas como personas desorganizadas, caóticas, maleducadas y con falta de consideración hacia los demás”. No obstante, hay personas con este comportamiento que son bastante organizadas.

De acuerdo a la BBC, en algunos casos el no poder llegar a la hora se debe principalmente a la forma de ser de cada uno. Quienes se demoran más, poseen una personalidad optimista, presentan bajos niveles de autocontrol, de ansiedad y una inclinación a buscar emociones fuertes.

Experimento

reloj

El profesor de psicología en la Universidad Estatal de San Diego, California, Jeff Conte, en 2001, llevó a cabo un estudio en el que separó a los participantes en un grupo A (ambicioso y competitivo) y en un grupo B (creativo y reflexivo).

Luego les solicitó que calcularan, sin relojes, cuánto tiempo pasó durante un minuto. Los del grupo A dijeron que el minuto pasó a los 58 segundos, mientras que los del B, precisaron que a los 77 segundos.

Al respecto, el orador de las reconocidas charlas TED, Tim Urban, sostuvo que la gente impuntual tiene “una extraña compulsión a provocar su propio fracaso”

Obsesión

reloj dos

Por otro lado, la psicóloga privada y autora del libro “Cómo vencer la procrastinación en la era digital”, manifestó que la impuntualidad crónica viene de un “problema de pensamiento obsesivo”.

En otras palabras, su teoría apunta a que las personas que hacen todo a último minuto, poseen un miedo relacionado a las fechas límite y por eso son incapaces de llegar a la hora. En vez de intentar cómo superarlo, convierten el miedo en una excusa.

Algunas de las frases típicas son: “Quería llegar a tiempo pero no sabía qué ponerme”. “Lo que sea que venga detrás del ‘pero’ es lo que cuenta”, afirma Mellotte.

Para poder ayudar a quienes no pueden ser puntuales, uno no debe enojarse sino fijar límites. Un ejemplo de esto es que si un cercano es impuntual, se le debe advertir que si llega 10 minutos tarde, entrarás a ver la película sin él.

Fotos: Shutterstock.

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