Fue uno de los más sanguinarios nazis y no te imaginas cómo usan hoy su esqueleto

Josef Mengele fue uno de los personajes más siniestros de la Alemania Nazi, realizó toda clase de experimentos inhumanos con prisioneros del campo de concentración de Auschwitz.

Uno de los doctores más infames del periodo nazi fue Josef Mengele, quien de las maneras más perversas e inhumanas posibles, realizó experimentos humanos a prisioneros, incluyendo a niños, en el campo de concentración de Auschwitz, durante la Segunda Guerra Mundial.

Ahora sus restos son utilizados con fines de estudio para enseñar sobre la ciencia forense a estudiantes de medicina en la Universidad de Sao Paulo en Brasil.

Este sádico médico antropólogo y oficial alemán de la SS, seleccionaba a sus víctimas que iban a ser ejecutadas en la cámara de gas, con el fin de realizar perversos experimentos acientíficos, frecuentemente mortales. Sus perversas fechorías sirvieron de hecho para inspirar desde sádicas canciones, como el el caso de “Angel of Death” de Slayer, hasta en el film protagonizado por Dustin Hoffman en Marathon Man de 1976.

Antes de la liberación de los campos de concentración, Mengele logró huir de Auschwitz en 1945 y con la ayuda de una red de miembros de la SS logró esconderse en Latinoamérica. Argentina, Paraguay y Brasil, fueron los lugares donde se escondió, hasta que encontró la muerte en 1979, ahogado en una playa brasileña, intentando escapar de la Alemania Occidental e Israel, que pretendían llevarlo a juicio. Fue enterrado con un nombre falso, Wolfgang Gerhard.

Ya en 1985 sus restos lograron ser identificados por el patólogo Daniel Romero Muñoz, uno de los investigadores que identificó el esqueleto de Mengele al momento de ser exhumado: “Los huesos serán útiles para enseñar cómo examinar los restos de un individuo y luego emparejar esa información con datos en documentos relacionados con la persona”, declaró Romero Muñoz al medio The Guardian.

“Lo interesante que llegaron a ser sus restos como método de estudio, fue tanto su vida durante su huida, el misterio que rodeó sobre su paradero, lo que generó el interés de los médicos para utilizar sus huesos como herramienta de enseñanza, una fractura de pelvis, sinusitis, abscesos dentales que él mismo se habría practicado”, señaló Romero Muñoz.

Fotos: Wikipedia / Twitter

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