La triste realidad que se esconde tras las bellas porristas de la NFL

Mientras la Liga Nacional de Fútbol Americano factura millones de dólares, las cheerleaders viven un lado para nada glamoroso.

El Super Bowl, es uno de los eventos deportivos con mayor audiencia a nivel mundial. Pareciera que en él todo es enorme y extravagante: desde los millones de dólares que las marcas invierten para anunciar sus productos hasta los artistas que se han presentado, como Michael Jackson, Prince y este año Lady Gaga.

Pero a pesar de la danza de millones que rodea este evento deportivo, el negocio de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL por sus siglas en inglés) esconde un lado nada glamoroso que no aparece en pantalla. Se trata de la triste realidad de las porristas, las bellas mujeres que con sus bailes, coreografías y pompones alientan a sus equipos en el entretiempo.

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En 2014 salió a la luz las brechas salariales y el drama por el que tienen que pasar estas chicas. Mientras la NFL facturaba millones de dólares, las porristas recibían entre 9 y 5 dólares la hora o incluso menos.

Además, no les pagan los ensayos u horas extras y deben correr por su cuenta los costos de traslado. Por si eso fuera poco, pueden ser multadas si tienen algún error en su vestimenta o en sus pompones, según señalaba un artículo de The Atlantic que por ese entonces retrataba a las porristas como “el fondo de la pirámide” de todo el dinero que circula en este negocio.

“Nosotros tenemos que pagar el costo de traslado a todo tipo de eventos, incluido las fotografías. Amo The Raiders y amo ser Raiderette, pero alguien tiene que levantarse por todas las mujeres de la NFL, las que trabajan duro por los fanáticos y el equipo”, decía una porrista que solo se identificó como Lacy T al The Mercury News.

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Esta realidad salió a la luz luego que en 2014 se presentara una demanda en los tribunales de justicia en contra de Oakland Raiders. Esto logró mejorar en parte la situación de las porristas. De los 9 dólares la hora, se subió al salario mínimo, en California y Nueva York. Sin embargo, es una mejora que no ha llegado a todas las mujeres que trabajan en esta actividad.

De las cinco demandas que se interpusieron en 2014 en contra de los equipos, un año después aún habían dos vigentes. Además, tomando en cuenta que los equipos solo juegan una vez por semana, el salario se convierte en algo casi insostenible. Mientras una porrista experimentada puede ganar entre $8.000 y $15.000 dólares por temporada, una novata, llega con suerte a los $500 y $750 dólares.

Fotos: Wikipedia/Flickr

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