La verdadera razón de por qué el vuelo de ida y el de vuelta no duran lo mismo

En viajes cortos la diferencia es casi imperceptible, pero en trayectos largos la duración de ambos vuelos puede aumentar o disminuir considerablemente.

Quizá alguna vez te has percatado que el vuelo de ida y el de vuelta entre algunos puntos no tienen la misma duración, a pesar de que la distancia es igual. En vuelos en que la distancia es corta la diferencia casi no se distingue, pero en trayectos largos la duración de ambos viajes puede aumentar o disminuir de manera considerable. Todo depende si lo haces en dirección este u oeste.

Si nunca te has dado cuenta de este fenómeno, solo hace falta echar una mirada a los horarios de cualquier aerolínea o dar una ojeada a los datos de la tarjeta de embarque de alguien que haya realizado un viaje recientemente.

Por ejemplo, un vuelo de Buenos Aires a Madrid dura 11:40 horas, mientras que el regreso de la capital española a la capital argentina se prolongará por 12:40 horas. La diferencia entre el vuelo de ida y el de vuelta resulta de una hora, pero ¿por qué sucede esto?

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Durante algún tiempo se relaciono este “desajuste” al movimiento de rotación de la Tierra, un argumento que se fundamenta en el hecho que si nuestro astro gira en dirección contraria a las agujas del reloj, los trayectos hacia el este deben beneficiarse de ello. Pero esta tesis está errada, consigna una publicación del sitio La Vanguardia. 

La verdadera razón de por qué hay diferencias en los vuelos de ida y de vuelta es un fenómeno atmosférico denominado Jet Stream, también conocido como Corriente de Chorro, un flujo de aire que tiene lugar a unos diez mil metros de altura, que da la vuelta a la tierra alcanzando velocidades de hasta 300 kilómetros por hora. En total existen cuatro, dos en cada hemisferio.

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“El Jet Stream se produce en la zona que separa la troposfera (la capa de la atmósfera que está en contacto con la superficie terrestre) de la estratosfera, siempre en dirección este, alcanzando velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora, por lo que casi siempre los vuelos en dirección oeste van a ser más largos”, explica Alfonso de Bertolano, piloto de Air Europa.

De todas maneras, esta corriente varía constantemente, por lo que “no siempre permite planificar los vuelos aprovechando su velocidad”, agregó. Este es un fenómeno que suelen utilizar las aeronaves, aunque depende de la organización del espacio aéreo y de las capacidades del avión.

Fotos: Shutterstock.

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