Sexo en la Casa Blanca: el código secreto de los agentes para referirse a los encuentros entre el Presidente y su esposa
La Agencia de Comunicación de la residencia presidencial es la encargada de elegir estas palabras, las que luego le da a conocer a los miembros del Servicio Secreto.
Los códigos en la Casa Blanca para referirse a situaciones que los presidentes prefieren llevar a cabo con mayor discreción, comenzaron a surgir con el 28° Presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, quien luego de enviudar conoció a otra mujer con la que comenzó un romance. Como no quería que esto se hiciese público, le pidió al Servicio Secreto, la fuerza federal que custodia a los mandatarios, que llamaran a su pareja “Grandma”.
A partir de ese momento, utilizar códigos se transformó en una práctica habitual para referirse no solo a las esposas de los jefes de Estado, sino también a los demás miembros de su familia y a algunas actividades. De acuerdo al sitio Infobae, la Agencia de Comunicación de la residencia presidencial selecciona los códigos para cada persona y luego se los pasa al Servicio Secreto.
Sin embargo, todo sufrió una especie de revuelo cuando el ex Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a quien llamaban “Renegado”, le solicitó al Servicio Secreto que tomara distancia y no lo interrumpieran cuando tuviera un momento de intimidad con su esposa Michelle Obama, denominada “Renacimiento”. Por ello, los agentes inventaron una peculiar expresión para referirse a dichos instantes: “El problema bosnio”.
Debido a esto, no era extraño que algún agente le informara a otro que “el Renegado no puede ser molestado. Está con Renacimiento discutiendo el problema bosnio”.
Como era de esperarse, Donald Trump ya tiene su propio nombre en código que es “Magnate” y el de su esposa, Melania Trump, es “Musa”. “El problema bosnio” se mantiene como expresión para los encuentros íntimos de la pareja.
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