16 millones de personas en EE.UU. creen que la leche chocolatada proviene de vacas cafés
Un estudio abordó la ignorancia acerca del origen de los alimentos en la población.
Una encuesta realizada el pasado mes de abril por parte del Centro de Innovación de los Estados Unidos, indagó en el conocimiento y hábitos respecto al consumo de lácteos a mil personas mayores de 18 años. El sondeo reveló que el 7% de los habitantes creen que la chocolatada proviene de vacas cafés.
Si bien la cifra de la muestra no parece muy grande, al ser cuantificada toma otro cariz. Considerando el número de habitantes de los Estados Unidos, ese 7% supone un total de hasta 16,4 millones de personas.
El trabajo también determinó que el 48% de los encuestados si bien no creía que el origen fuesen las vacas cafés, tampoco estaban seguros de dónde provenía. Otros datos aseguraron que el 37% bebe en secreto la leche directamente del envase, el 29% utiliza a sus hijos como excusa para comprar leche con chocolate para sí mismos, un 25% realiza un viaje a la tienda antes de las seis de la mañana sólo para comprar leche y que el 95% tiene algún tipo de queso en la heladera.
Este sondeo sacó a la luz lo que se define como “analfabetos agrícolas” , que son aquellos que desconocen el lugar donde se cultivan los alimentos, cómo llegan a ser comercializados o cuál es su contenido.
Otra investigación realizada a principio de los años 90 por el Departamento de Agricultura, reveló que casi 1 de cada 5 adultos no sabía que las hamburguesas se fabrican con carne de res. Muchos carecían de familiaridad con los elementos más básicos de la agricultura, como lo grandes que son las granjas de los Estados Unidos y qué alimentos comen los animales, según informa el portal Montevideo.
“Al fin y al cabo, es una cuestión de exposición”, señaló Cecily Upton, cofundadora de FoodCorps, entidad que imparte educación agrícola y nutricional a las escuelas primarias.
“Ahora mismo estamos condicionados a pensar que si necesitas comida, vamos a la tienda. Nada en nuestro marco educativo enseña a los niños de dónde proviene la comida antes de ese momento”, expresó.
Upton y otros educadores aclaran que estas conclusiones no se aplican en general. Los estudios han demostrado que las personas que viven en comunidades agrícolas tienden a saber un poco más acerca del origen de sus alimentos, al igual que las personas con niveles educativos más altos y de mayores ingresos.
No obstante, en algunos sectores, la confusión sobre los hechos básicos de los alimentos puede alcanzar niveles preocupantes. Cuando un equipo de investigadores entrevistó a estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado en una escuela urbana de California, más de la mitad de ellos no sabía que los pepinillos eran pepinos, o que las cebollas y la lechuga eran plantas. Cuatro de cada diez no sabían que las hamburguesas procedían de vacas. Finalmente 3 de cada 10 no sabían que el queso se hace con leche.
“Todos recordaron los nombres de los alimentos y la mayoría sabía que los alimentos se cultivaban en las granjas o en los jardines. Sin embargo, no tenían la información necesaria para comprender de forma articulada las actividades de postproducción o el origen agrícola de los alimentos comunes”, detallaba el informe.
Tal nivel de ignorancia es perfectamente lógico si se analiza el contexto en el que nació y creció. La historiadora Ann Vileisis señala que esto surgió de la mano del sistema alimentario industrial.
A medida que más personas se trasladaron a las ciudades a mediados del siglo XIX, disminuyó su participación en la producción o procesamiento de alimentos, explica en su libro “Alfabetización en cocina”.
Esa tendencia se vio exacerbada por la modernización del transporte y de las tecnologías de envasado y almacenamiento, que hicieron posible el envío de alimentos en diferentes formas, y a grandes distancias.
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