Al iniciar la alimentación complementaria en los más pequeños, suele aparecer la molestosa constipación, siendo uno de los motivos más comunes de consulta al pediatra.
Es bastante normal que varias mamás vean cambios en la frecuencia de las deposiciones de los bebés cuando comienzan la alimentación complementaria; situación que trae ciertas dudas a las madres de si realmente están frente a algún problema digestivo del bebé.
Pero antes de sacar cualquier deducción, lo primero que se recomienda es que procures observar a tu bebé y sus ritmos. Luego de eso, si presentara deposiciones menos frecuentes de lo normal, generalmente si es un bebé que no recibe leche materna y no ha hecho caquita en más de tres días, podría tener dificultad para evacuar. Otro síntoma de estreñimiento es que sus deposiciones sean duras y secas.
Lo ideal es percatarse de esta situación antes de que las molestias en tu bebé aumenten. Por eso, te entregamos prácticos consejos que puedes realizar en casa para evitarlas.
Cuando creas que tú bebé está sufriendo de constipación, siempre recomendamos consultar al pediatra, y a su vez, ayudarte con algunas recomendaciones como las que te entregamos a continuación:
Aumento de las tomas de lactancia materna. Para las mamás que continúan amamantando al introducir la alimentación complementaria en los más pequeños, una buena técnica es aumentar o alargar los tiempos diarios de lactancia. La leche materna contiene una estructura de ácidos grasos y proteínas que pone las heces más blandas y facilita la evacuación.
Reconocer los alimentos causantes de estreñimiento. Es importante que cuando notes un cambio del ritmo biológico de tu bebé, trates de observar y percatarte de cuáles son los alimentos que son más pesados para el estómago de tu hijo. Lo ideal es que esos alimentos los prevengas o combines con otros, como cereales, agua, frutas y verduras.
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