Además, el alto nivel de cafeína de las bebidas energéticas puede provocar un daño y reacciones que desconoces.
Cuando nos acercamos hasta la barra en un bar podemos encontrar una serie de combinaciones que incluye como protagonista un brebaje con grados de alcohol junto a una bebida energética. Ron, vodka o el codiciado Jägermeister son algunas de los tragos que los centros de entretención ofrecen a sus visitantes.
Pero según nuevos estudios, la combinación de estos elementos podría traer serias consecuencias para quienes la consumen, ya que de cierta manera podría incrementar las posibilidades de que la persona que las bebe sufra de diversos tipos de accidentes.
En la universidad de Victoria, ubicada en Canadá llegaron a la determinante conclusión de que las energéticas pueden “enmascarar” los efectos que provoca el alcohol en el organismo humano. Por este motivo se verían incrementadas de sobremanera las posibilidades de que el consumidor sufra golpes, caídas, lesiones, accidentes de tránsito o incluso un aumento en la probabilidad de que el individuo participe en una pelea.
Según consigna el portal Drinkaware juntar bebidas alcohólicas con energéticas puede ser una “combinación peligrosa”, ya que puede provocar que una persona borracha esté mucho más despierta, lo que desencadena un aumento de seguridad en el individuo, haciendo que este tome decisiones que tomaría estando sobrio, pero en esta oportunidad con sus capacidades disminuidas por haber bebidos unos tragos demás.
Según publicó el medio británico Independent estos no serían los únicos efectos negativos que podrían salir a la luz, ya que por si sola la bebida energética, debido al alto nivel de cafeína que tiene en su composición puede provocar en el consumidor un aumento en las pulsaciones cardíacas, problemas para dormir, agitación o la sensación de estar más tenso de lo normal.
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