Denunció a su jefe acosador y sus compañeros de trabajo la humillaron con este cruel pastel

Tras enterarse de la queja de la joven, las personas que consideró sus amigos y con quienes compartió durante dos años decidieron darle esta sorpresa. 

Emily Houser (18) trabajó durante dos años en un restaurante mexicano de Pensilvania, bajo una constante tensión con el gerente Josh Davidson (24)

Desde que el hombre arribó, comenzó a interesarse excesivamente en las tareas de la chica que en ese entonces tenía 16 años, lo que no tenía nada de raro hasta que empezó a darle regalos que ella constantemente rechazaba, además de aparecer en su casa durante las noches sin previo aviso.

“Se presentó en el estacionamiento de mi escuela secundaria, me llevó regalos y me pidió que fuera su novia delante de un montón de gente. Le dije que no, y me respondió de una manera muy pomposa, diciendo que no le importaba perder su trabajo si estábamos juntos, que sólo quería estar conmigo”, confesó Emily a BuzzFeed.

Durante dos años, no sólo soportó el acoso, sino también agresiones verbales por parte del hombre, a quien no había querido denunciar hasta ese momento. Sin embargo, cuando se dio cuenta que Davidson repetía sus acciones con otra joven que llegó a trabajar al loca, decidió hacer algo.

nintchdbpict000314702321

Primero, le advirtió al gerente que se detuviera, junto con darle dos semanas de plazo, pero esto no ocurrió y ella decidió presentar los hechos a la administración, desde donde decidieron transferir al hombre a otra sucursal.

Esto no le cayó nada bien al resto de las personas con quienes trabaja Emily, quienes decidieron organizarle una fiesta para manifestar su rechazo contra la denuncia de la adolescente, de una forma bastante cruel.

Entre todos, le compraron un pastel a Emily, en el que incluyeron la frase: “Jódete Emily Houser”, en clara señal de apoyo a Davidson. Sumado a eso, varios de ellos decidieron publicar el hecho en Instagram, junto al hashtag #teamjosh.

screenshot.52

“No sabía cómo sentirme. Me puse a llorar, porque creí que algunos de ellos eran mis amigos y yo los quería, me preocupaba por ellos y no tenía idea por qué me estaban haciendo eso”, confesó.

A raíz de esto, sumado al poco apoyo que recibió desde los altos mandos de la empresa, Emily decidió renunciar a su puesto de trabajo, y tras conocerse su caso ha recibido miles de mensajes de apoyo de desconocidos, gracias a las redes sociales.

“No quiero ningún beneficio personal de esto. Sólo quiero que la gente que estaba involucrada entienda lo que está haciendo y lo que le hicieron a alguien. Sólo quiero que se detengan, porque este tipo de cosas a veces causan que las personas se suiciden”, concluyó.

Fotos: Reproducción The Sun

pixel