El drama de una madre que tuvo a su bebé muerto en el vientre para que su gemelo sobreviviera
La única forma de que uno de sus niños naciera vivo era enfrentando una compleja situación que enfrentó hasta el nacimiento.
Emma Duton y Mark Prince no daban más de felicidad cuando les anunciaron que serían padres, ya que durante bastante tiempo estuvieron intentándolo sin éxito, recurriendo incluso a un tratamiento de fertilización. La noticia fue aún mejor cuando se enteraron que no sería sólo un bebé, sino que le darían la bienvenida a gemelos.
Así fue como esta familia de Walsall, Inglaterra, comenzó a planificar el futuro para cuatro. Sin embargo, la felicidad no duró tanto como hubiesen querido, puesto que en uno de los controles médicos de Emma se enteraron que los embriones estaban sufriendo una rara enfermedad, la que ponía en riesgo la vida de los pequeños.
Dos semanas después de que se enteraran de esto, cuando los niños tenían 5 meses de incubación, hubo una nueva reunió con el doctor. Esta vez las cosas fueron aún peores, ya que uno de los gemelos había muerto en el vientre de su madre.
Emma y Mark quedaron devastados ante la noticia, especialmente cuando los especialistas les comunicaron que la única forma de salvarle la vida al otro niño era que la mujer llevara en su interior durante el resto del embarazo a su bebé muerto.
Pese a lo macabro que puede sonar, la futura madre entendió que era lo mejor y decidió correr el riesgo, con una valentía y voluntad absolutas, aunque con mucho temor de lo que pudiese ocurrir.
“Intentamos por años tener un bebé, así que cuando nos dijeron que eran gemelos fue increíble. Tener esa noticia y que después nos informaran que uno había muerto fue devastador. Después de eso, estaba convencida de que perdería el otro también. No pude disfrutar el resto del embarazo”, contó la madre a Mirror.
Afortunadamente, después de 35 semanas y 4 días de gestación, Oliver nació con excelente salud. Los médicos, además, sacaron a Elijah sin vida.
“Él estuvo conmigo hasta que nació. Fue increíblemente triste, pero también estoy agradecida de que hayan nacidos juntos”, relató Emma sobre el duro parto que tuvo que enfrentar, sabiendo que uno de sus niños venía sin vida.
La enfermedad que causó que la familia viviera todo eso fue el síndrome de transfusión de gemelo a gemelo (TTTS por sus siglas en inglés). Una complicación severa que afecta a no más del 15% de los embarazos múltiples que comparten placenta.
“Ahora pienso que quería hacer algo para reunir dinero para investigación, para que otras familias no tengan que pasar lo mismo que yo”, contó Emma sobre la cruzada que ha comenzado para que su historia ayude al resto de las mujeres que viven algo similar.
Fotos: Reproducción Mirror
