El macabro caso de la madre que escondió a su hijo muerto por más de una década

Victoria Gayle tenía una respuesta diferente para cada persona que le preguntaba por el paradero de su hijo.

Familiares y amigos de Victoria Gayle pensaban que su hijo, Kyzer Gayle, vivía con su padre. Otros tenían entendido que un hombre, miembro de una comunidad nómada, era el padre del bebé y que se lo había llevado. No obstante, todas esas historias eran falsas.

Kyzer Gayle murió en 2005, cuando tenía entre 13 y 15 meses, algo que su madre ocultó durante más de una década. En todo ese tiempo, nadie trató de ubicar al niño o comprobar si las respuestas de la británica, eran ciertas.

La verdad empezó a emerger en 2015, con la muerte de Ava, la hija de dos años de Victoria Gayle, cuya autopsia arrojó que la menor había ingerido una batería pequeña, que le causó graves lesiones internas.

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Tras la tragedia, investigadores del municipio de Barnet, en el norte de Londres, comenzaron a revisar lo que se sabía del menor Kyzer Gayle. Al no ser capaces de ubicar al menor, derivaron el caso a Scotland Yard, quien no halló ningún registro oficial del niño.

Los interrogatorios revelaron que quienes lo habían conocido de bebé, creían que vivía con su padre en el norte de Londres. La policía siguió el rastro del hombre que parecía ser su padre, quien confesó que no había visto al niño en más de una década.

Les explicó a los detectives que había mantenido una breve relación con Gayle y que tuvo contacto ocasional con el niño. Incluso lo cuidó durante cinco meses, pero luego Victoria reapareció y le exigió que le devolviese al niño. Esa fue la última vez que lo vio.

Pen Mehmet, vecina de la madre del menor, señaló a la BBC que Gayle era una mentirosa compulsiva y que su casa estaba llena de basura. La mujer relató que la Victoria le había dicho que el niño vivía con su padre y que “esa era la mejor opción, ya que éste lo quería así”.
Pero en vista de ciertos comportamientos, Mehmet se preocupó y se los reportó a la policía.

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Gayle fue desalojada de su casa y guardó parte de sus pertenencias en el cobertizo que su madre y su padrastro tenían en el jardín. Fue allí donde años después, los detectives encontraron los restos de Kyzer.

Encontramos una caja en el cobertizo. En ella había un esqueleto aún vestido de un niño que creímos era Kyzer”, comentó a la BBC el detective inspector jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Noel McHugh.

Tras el hallazgo, la madre negó haber hecho daño a su hijo y señaló que un día lo había encontrado muerto en su cuna, que entró en shock y que su reacción fue de negación. Agregó que hasta ser desalojada había tenido el cuerpo en su casa, y que lo escondió por miedo a ser juzgada y culpada por el fallecimiento.

Debido al tiempo que pasó entre el deceso  y el descubrimiento de sus restos, los expertos no pudieron determinar la causa de su muerte, aunque las evidencias señalaban malnutrición.

Además, las pesquisas concluyeron que el hombre del norte de Londres que cuidó de Kyzer durante cinco meses, no era realmente su padre.

En diciembre pasado y ante el Tribunal de la Corona de Kingston, Gayle se declaró culpable de haber evitado el entierro de su hijo y fue condenada a 21 meses de cárcel por su “red de mentiras” por la que nunca se conocerá “la breve y triste vida” de su hijo, como señaló el juez.

Sin embargo, el caso no está cerrado. Las autoridades están investigando si hubo negligencias por parte del Consejo de Barnet y otros organismos oficiales.

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La muerte de un niño es siempre trágica y estamos trabajando con la Junta de Protección de la Niñez de Barnet, para proveer información sobre este grave caso y para establecer cuál fue nuestra relación concreta con la familia”, indicó el Consejo en un comunicado.

Asimismo, la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC) abrió una investigación para identificar si hubo también, negligencia policial en el hecho.

Es un caso complejo que se extiende por más de una década y ahora sabemos que la familia del menor tuvo un contacto significativo, no solo con la policía, sino también con otras agencias (del gobierno)”, informó la IPCC.

Los detectives de la Policía Metropolitana de Londres siguen indagando sobre el tema y el detective inspector jefe, Noel McHugh, explicó a la BBC que buscan a personas que hubieran conocido a Gayle en 2004, cuando su hijo nació.

Las autoridades están interesadas particularmente en el periodo entre 2007 y 2013, y está interrogando a sus exparejas para averiguar si la mujer estuvo embarazada en alguna otra ocasión o, si dio a luz a algún otro bebé sin que haya registro de ello.

Jon Brown, de NSPCC, una organización que aboga por los derechos de los niños, encuentra “profundamente preocupante que un niño pueda desaparecer por más de una década“.

Hay toda una serie de preguntas  que van a tener que ser abordadas cuando el caso se revise “, dijo a la BBC.

Mismna opinión que comparte, Pen Mehmet, la exvecina de Gayle que se ha mostrado desconcertada por lo ocurrido.”Es terrible, porque el niño desapareció y nadie se haya cuenta“, exclamó.

Foto: Shutterstock/Metropolitan Police 

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