Esta bestia marina es capaz de inyectarte un veneno similar a la heroína

El diminuto pez cuenta con dos afilados colmillos que solo utiliza como método de defensa ante el ataque de sus depredadores.

Cuando vemos imágenes de aguas cristalinas plagadas de pequeños y coloridos peces inmediato sentimos las ganas de estar presenciando este bello evento de la naturaleza, pero algunos de estos inofensivos seres marinos ocultan un terrorífico método de defensa cuando se sienten amenazados por un depredador e incluso las manos curiosas de un ser humano.

Estos diminutos peces comúnmente son conocidos como blénidos de colmillos, estos se distinguen a otros por sus intensos colores, por lo que son muy apetecidos por quienes buscan tener un acuario de primer nivel. Pero estos animalitos, que a simple vista no representan un peligro para la humanidad, han desarrollado gracias a la evolución un terrible método de defensa.

Esto a partir del constante peligro en el que se encuentran, ya que se tratan de una presa fácil de encontrar para los depredadores. Ante esta desfavorable condición la naturaleza le brindó unos filosos colmillos inferiores que les permiten defenderse de cualquier tipo de amenaza.

Pero el dolor de la mordida no es el único inconveniente si eres atacado por uno de estos peces, ya que a esto se suma la inyección de un peculiar veneno similar a la heroína que ha sorprendido incluso a los científicos que han estudiado esta materia. Según consigna el portal Gizmodo, los blénidos tienen una toxina que a diferencia de otras especies no causa dolor en la víctima, ya que contiene hormonas del tipo opioides, las que encontramos en el interior de diversos analgésicos.

Pero para que esta hormona cumpla con la función de quitar el dolor, los expertos aseguran que esta debería ser inyectada de forma directa al cerebro, por lo que mencionan que si este veneno va hacia el torrente sanguíneo este provocaría en el depredador o atacante sufra de mareos o se desmaye.

fang blenny

Pero el descubrimiento de este tipo de veneno se torna algo muy positivo para la ciencia, ya que a partir de los compuestos que la toxina posee, los investigadores ya comenzaron a realizar investigaciones que les permitan usar estas en la elaboración de nuevos fármacos que permitan la cura de enfermedades o directamente en la confección de antídotos.

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Fotografías: Scimex /Richard Smith OceanRealmImages

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