Fracasos e infidelidades: la desastrosa carrera de la “chica ruda” de Rocky IV
La actriz danesa saltó a la fama de la mano de Sylvester Stallone con quien estuvo casada poco más de un año.
Más conocida por sus escándalos que por su carrera profesional, la otrora sensual modelo y actriz danesa Brigitte Nielsen alcanzó la fama en la década de los 80, tras participar en reconocidas cintas de la época y en buena parte por su fallido matrimonio con Sylvester Stallone.
Con apenas 16 años dejó los estudios y se trasladó a París en 1979 y después a Italia. Gracias a su esbelta figura y a su imponente estatura de 1,85 metros consiguió trabajo como modelo para Giorgio Armani, Versace y Gianfranco Ferré. Y Luego también posó para Playboy.
Pero eso no era suficiente para la danesa, y a los 20 años se marchó a Estados Unidos en busca de fama y fortuna. En 1985 el reconocido productor Dino de Laurentiis la eligió para que protagonizara junto a Arnold Schwarzenegger la película Red Sonja (El Guerrero Rojo), rodaje durante el cual tuvo un encendido romance con el musculoso actor.
La cinta aún no se estrenaba y el idilio ya había llegado a su fin. Entonces Nielsen puso sus ojos en Sylvester Stallone, 17 años mayor que ella, que a mediados de los 80 estaba en la cúspide de su carrera. El actor estaba casado y no dudó en divorciarse para estar con la bella joven danesa, a quien además dio un papel en Rocky IV.
En la cuarta entrega de la saga del Semental Italiano, Nielsen interpretó a Ludmilla, la fría y espigada esposa de Iván Drago, el duro boxeador ruso que se enfrenta a Rocky en la película. En medio del éxito de la cinta, estrenada en plena Guerra Fría, la pareja contrajo matrimonio, que fue seguido por toda la prensa sensacionalista. Pero solo durarían 17 meses casados, ya que Stallone acusó a Brigitte de ser una trepadora que solo quería colgarse de su fama. Aunque antes de separarse alcanzaron a rodar, en 1986, Cobra, una producción de acción que fue un fracaso.
Poco después Nielsen confesaría que mientras estaba casada con Stallone había tenido un romance con Tony Scott, el fallecido director de Top Gun y otras joyas del cine. Esto le dio la razón a la madre de Sylvester, Jacqueline Stallone, que había manifestado abiertamente su oposición a que el actor se casara con la danesa.
La ambiciosa modelo fue por más y en 1987 consiguió un papel en la película Un Detective Suelto en Hollywood, protagonizada por Eddie Murphy, con quien también mantuvo un romance. Esta sería la última cinta que hizo en Estados Unidos, para después trabajar en películas y series de televisión de Dinamarca y otros países europeos.
Después intentó iniciar una carrera musical, incluso llegó a grabar un disco de pop, que pasó desapercibido en casi todos los mercados excepto en el alemán. Durante los últimos años la cosa no ha ido mejor, pues sus apariciones han sido en realitys de televisión, uno en que se sometió a diversas cirugías y otro donde se reconcilió con la madre de Stallone
También ha reconocido su dependencia al alcohol. En el 2012 se filtraron unas fotos en la prensa donde aparecía tirada en un parque bebiendo vodka de una botella, dejando en el olvido esa figura esbelta y esos rasgos que la hicieron saltar a la fama en los 80.
Fotos: Metro Goldwyn Mayer/Playboy.
