“Iré al cielo, mami”: la estremecedora despedida de una madre y su hijo enfermo de cáncer

La mujer escribió una carta abierta en la que relató el infierno que significó ver sufrir al pequeño de solo 4 años.

A Ruth Scully, de Maryland, Estados Unidos, le tocó vivir lo que ninguna madre debería. A través de una carta abierta la mujer contó la dramática historia que atravesó en los últimos meses, para que todo el mundo supiera lo que significó para ella saber que su hijo de 4 años moriría, sin que pudiera evitarlo.

“Dos meses. Dos meses desde que te tuve en mis brazos, escuché cuánto me amabas, besé esos dulces labios de pastel. Dos meses desde que nos acurrucamos. Dos meses de infierno absoluto”. Así parte la misiva que ha conmovido a cientos de personas, y en la que detalló cómo fueron los últimos días y la breve conversación final con Nolan, su hijo enfermo de cáncer.

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A principios de febrero, la médica oncóloga que trató a su hijo le dijo lo peor que una madre podía escuchar. No habría cura para su pequeño. Había sido diagnosticado con cáncer en noviembre del 2015, pero en el último tiempo todo se había precipitado.

Fueron varios días que pasaron en el hospital, para aprovechar el tiempo que les quedaba juntos. Fue en uno de esos diálogos finales, cuando debió contarle que no se recuperaría, publica Infobae.

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– Poot, duele al respirar, ¿no?

– Bueno… sí.

– Tienes mucho dolor, ¿no es así bebé?

– Sí.

– Poot, esta cosa del cáncer apesta. No tienes que luchar más.

– ¿No? ¡Pero lo haré por ti, mami!

– ¡No, Poot! ¿Es eso lo que has estado haciendo? ¿Luchar por mami?

– ¡Sí!

– Nolan, ¿cuál es el trabajo de mamá?

– ¡Mantenerme a salvo!

– Cariño… No puedo hacer más eso. La única manera que puedo tenerte a salvo es en el Cielo.

– ¡Entonces iré al Cielo y jugaré hasta que llegues tú! ¿Vendrás, verdad?

– ¡Absolutamente! ¡No podrás librarte de mami tan fácil!

– ¡Gracias, mami! ¡Iré a jugar con Hunter y Brylee y Henry!

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En la mañana del 4 de febrero, mientras la mamá se daba una ducha en el baño del hospital, Nolan entró en coma. Pero ella tuvo la oportunidad de despedirse. “Puse mi mano en el costado derecho de su rostro. Entonces un milagro que nunca olvidaré ocurrió. Mi ángel respiró, abrió sus ojos, me sonrió y me dijo: ‘Te amo, mami’, giró su cabeza hacia mí y a las 11:54 murió mientras yo le cantaba al oído You Are My Sunshine”, contó la mujer en la estremecedora carta.

Fotos: Ruth Scully – Facebook.

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