La cámara secreta que se oculta en la cabeza de Lincoln en el Monte Rushmore
Es una de las postales de Estados Unidos. Sin embargo, pocos conocen lo que se esconde detrás de las rocas de granito.
No hay necesidad de nacer en Estados Unidos para que nos resulte familiar el Monumento del Monte Rushmore, la enorme obra esculpida en piedra de los ex presidentes Lincoln, Roosevelt, Jefferson y George Washington, ubicada en Dakota del Sur.
Tallado en una montaña de granito entre los años 1927 y 1941, tiene los rostros de 18 metros de los mandatarios más icónicos de la historia estadounidense. Sin embargo, a pesar de su popularidad y que ha aparecido en un sinfín de películas y documentales, este monumento esconde un sorprendente secreto del que seguramente pocos saben.
Justo detrás del lóbulo frontal del rostro de Abraham Lincoln, se esconde una cámara secreta en la cual se guardan celosamente documentos históricos concernientes a Estados Unidos.
El escultor danés-estadounidense Gutzon Borglum fue la mente detrás de tal monumental obra, la cual requirió el trabajo de 400 hombres, que esculpieron la roca para dar forma a los rostros de los presidentes que representan los primeros 150 años de la historia de Estados Unidos.
Pero Borglum también quería darse el gusto de dejar un “recuerdo” para las futuras generaciones. En su mente imaginó el “Hall of Records”, una sala detrás de la cara de los presidentes la cual tendría una entrada donde habría un águila (el ave de Estados Unidos) de bronce de 11 metros. Ahí se guardarían documentos, bustos de personajes renombrados y una lista de contribuciones a la ciencia, el arte y la industria. Además, estaría toda la información sobre la montaña, como indica el sitio Gizmodo.
Sin embargo, el deseo de Borglum tuvo que esperar casi 60 años para ver la luz. El granito de la montaña resultó ser mucho más complicado de lo que se pensaba, por lo que viendo la lentitud de los avances, se le pidió al escultor que concentrara sus esfuerzos en terminar los rostros y aplazar lo demás. Lamentablemente, Borglum falleció solo siete meses antes de que su obra estuviera terminada y respecto a la cámara secreta, estuvo olvidada por décadas, según señala el sitio ABC.
Recién en 1998, el gobierno decidió reactivar el proyecto y darle vida al “Hall of Records”. Lo que partió como una huella que quería dejar Borglum, terminó siendo un homenaje para su propio creador.
“Coloquemos allí, talladas en lo alto, lo más cerca del cielo que podamos, las palabras de nuestros líderes, sus rostros, para mostrar la prosperidad que estos hombres nos dieron. Luego hagamos un rezo: que estas inscripciones aguanten hasta que solamente el viento y la lluvia las lleven lejos”, son las palabras de Borglum que están grabadas en una losa de granito a la entrada del “Hall of Records”.
En la cámara secreta también están la biografía de Borglum, la Constitución de los Estados Unidos, la Declaración de Independencia y la Declaración de Derechos. Sin embargo, su ingreso está prohibido al público, debido a que se encuentra muy cerca de los acantilados y se considera muy peligroso.
Fotos: Shutterstock/Wikipedia/U.S. National Park Service
