La estrella del Barcelona que tomó “ridículas cantidades de café” para conquistar al amor de su vida
Iván Rakitic conoció a su actual esposa y madre de sus hijos en el bar del hotel en el que se estaba hospedando cuando llegó a jugar por el Sevilla. “Fue más duro que ganar la Liga de Campeones”, reconoce.
El croata Iván Rakitic es una de las figuras del actual cuadro del FC Barcelona. Pero antes de llegar al club catalán estuvo cuatro temporadas en el Sevilla, donde vivió una hermosa historia de amor con la mujer que hoy es su actual esposa y madre de sus hijos.
La historia la reveló el propio futbolista en un texto titulado “Un Tío Croata Entra en un Bar” que escribió en el sitio The Players Tribune. “Tengo una historia para Hollywood. Es una comedia romántica. Pero es de verdad. Empieza con un tío Croata entrando en un bar”, parte el texto.
Según cuenta Rakitic todo partió en el bar del hotel donde se estaba hospedando mientras encontraba una casa donde mudarse. Allí estaba cuando vio a Raquel, una camarera que lo dejó enamorado desde el primer momento.
Sin embargo, como aún no firmaba por el cuadro español, habían otros clubes interesados en contar con sus servicios. Incluso su hermano recibió una llamada de un equipo que quería negociar, pero Rakitic dijo no, ya que iba a respetar el acuerdo de palabra que tenía con el club. Además, en esa ciudad vivía el amor de su vida.
“Ves a nuestra camarera? Yo voy a jugar aquí para el Sevilla, y me voy a casar con esta mujer.”, le dijo a su hermano quien no lo tomó en serio. “Al día siguiente, firmé el contrato con el Sevilla, y viví en ese hotel durante tres meses, mientras buscaba una casa. Cada mañana me acercaba al bar a tomar café o Fantas para ver a la hermosa camarera”, agrega.
El croata no sabía ni una palabra de español por lo que lo único que le decía a Raquel era “hola” y que le trajera un café y una Fanta. “Tomé grandes y ridículas cantidades de café!”, revela el croata.
El futbolista revela que unas 30 veces le pidió salir pero siempre Raquel tenía una excusa. La verdad se debía a que era futbolista. “Puedes moverte a cualquier país el año que viene. Lo siento, pero no.”, le dijo la mujer.
A los tres meses se mudó a su casa, pero él seguía yendo al bar del hotel para pedir su respectivo café y su Fanta de naranja. Literalmente le tomó 7 meses hasta que ella finalmente aceptó.
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“Nos encontramos para comer, y desde entonces hemos estado juntos. Seis años después, y ahora con dos hijas preciosas. Eso fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Fue más duro que ganar la Liga de Campeones…y casi la misma duración”, reconoce.
Fotos: Shutterstock/Wikipedia.