Pagó $1.600 millones por un Ferrari que tiene prohibido conducir

Un hombre pagó 2.129.560 euros por LaFerrari Prototype de 2013, un prototipo que no está homologado para su uso en calle.

Ferrari es una de las marcas de autos deportivos más prestigiosas del mundo. Tener uno de estos bólidos es el sueño de miles de fanáticos de la velocidad.

Ese es el sueño que seguramente tenía un hombre que pagó 2.129.560 euros, es decir, más de 2,5 millones de dólares (1.595.696.603 pesos chilenos) por LaFerrari Prototype de 2013, un ejemplar único de la marca italiana.

Sin embargo, a pesar de tener más de 900 caballos de fuerza y de poder llegar a los 100 kilómetros por hora en menos de tres segundos, lo cierto es que nunca lo va a poder conducir.

Y esta imposibilidad no se debe a que no tenga licencia de conducir o que el auto tenga alguna falla, todo lo contrario, la máquina es completamente funcional.

El problema es que al ser un prototipo el automóvil no está homologado para su uso en calle y por lo tanto no puede ser registrado.

“Ferrari recomienda que permanezca inmóvil y inactivo, sólo para la visualización estática. El ganador será obligado a firmar un documento oficial de Ferrari reconociendo esto”, dice una nota al pie de página de un catálogo de la marca en la subasta bautizada “Leggenda e Passione“.

Esa advertencia seguramente no fue leída por el hombre (que hasta ahora se mantiene el anonimato) quien no sabía que estaba comprando una pieza única. LaFerrari Prototype fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2013 como el sucesor del Ferrari Enzo.

La idea era que los potenciales compradores pudieran ver la máquina antes que comenzara la producción del primer superdeportivo híbrido de la escudería italiana.

Fotos: Shutterstock