Pensaba que eran los restos de una “vaca grande y podrida” y tuvo que callar durante meses por culpa de su hallazgo

Jude Sparks, de solo 10 años, describió el hallazgo como “una vaca grande, gorda y podrida”.

Jude Sparks, un niño de 10 años, se encontraba de visita en Nuevo México, Estados Unidos y, mientras jugaba por la zona, tropezó con lo que identificó como “una vaca grande, gorda y podrida”.

El menor señaló que se encontraba  probando su nuevo walkie-talkie cuando tropezó con un colmillo y, observando el lugar con atención,  descubrió otro más.

Tras el hallazgo, Jude comunicó la situación a sus padres quienes decidieron sacarle una foto a los restos y ponerse en contacto con especialistas de la Universidad Estatal de Nuevo México, encargados de un laboratorio dedicado a la paleontología, señala el portal Vix.

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Los padres sospecharon que “la vaca” podía tratarse de algo más importante, pero la confirmación llegó cuando el equipo de investigación anunció que probablemente se trataba del cráneo fosilizado de un stegomastodon de 1 millón de años de antigüedad, una especie de mamut.

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El pequeño Jude, sus padres y sus hermanos debieron guardar el secreto durante meses, mientras el equipo de investigación tramitaba los permisos necesarios para excavar en el lugar, que es parte de una propiedad privada.

Los amigos del joven descubridor, en un principio no creyeron la historia de que había encontrado restos fósiles. Sin embargo, el encargado de la investigación, espera que los restos pronto puedan ser exhibidos en un museo, donde Jude podrá mostrarle a los niño lo que encontró mientras jugaba.

Los especialistas seguirán buscando restos en la zona, aunque creen que será difícil, ya que es probable que los huesos estén  muy dispersos en largas extensiones de tierra, por lo cual  los propietarios, probablemente, no den permiso para realizar excavaciones.

Fotos: Capturas ee Youtube

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